La emergencia de un reconocido ciclista tucumano atropellado en la ruta 9 en la zona de Los Nogales volvió a visibilizar un problema frecuente: el riesgo que corren al circular por carreteras donde está prohibido hacerlo, por carecer de lugares y de pistas de entrenamiento.

El ciclista fue embestido por una camioneta el martes a la tarde y permanece internado en estado reservado en el Hospital Padilla y por ahora se investigan las causas del siniestro, que dio lugar a debates por la gran contradicción que hay de que esté expresamente prohibida la circulación de bicicletas en esa autopista y al mismo tiempo haya masiva concurrencia de ciclistas a esa vía, que es cómoda y, según dijo Matías Galindo, integrante de la organización Meta Bici, “aunque es peligrosa desde lo vial, termina siendo menos riesgosa que otras alternativas en donde se producen muchos robos”.

Ya el tema fue abordado desde esta columna, a propósito de una producción de LA GACETA sobre esa contradicción de carteles con prohibición y uso intensivo de bicicletas, en la que se señalaron varios casos de accidentes y también el proyecto apoyado por las Provincia y por el Consejo federal de Inversiones, por ahora frustrado, de construir una ciclovía en esos 25 kilómetros de trayecto entre la Capital y El Cadillal. “Ese proyecto está terminado. Lo que no tiene es financiamiento para poder ser llevado a cabo”, dijo Galindo, que espera que se pueda conseguir financiamiento en organismos internacionales.

Mientras tanto, está claro que esta realidad contradictoria reclama atención porque los riesgos siguen latentes, en la medida en que no cambian las circunstancias. Estas son complejas pero se las entienda. Por un lado, la norma prohibitiva, en función de la seguridad, que acaso podría morigerarse con el compromiso de Vialidad nacional, responsable del mantenimiento de la carretera, de agregar medidas como cartelería de advertencia, mejora de banquinas (que en algunos sectores están en mal estado) y advertencias a los automovilistas para bajar la velocidad en función del uso intenso de vehículos chicos y de los accesos sobre todo a clubes y a barrios cerrados que han crecido en la zona. En otras zonas del país, como Córdoba, hay extensos tramos de rutas nacionales en los que se exige bajar la velocidad a 80 km/h y hasta 60 Km/h por estas razones.

Del lado de los ciclistas, se reclama cuidado en cuanto a las previsiones para circular, como ser usar los elementos de seguridad, circular en horarios “prudentes” (con buena luz) y estar atentos a situaciones “extrañas” en la ruta.

Del lado de las autoridades, considerar que Tucumán es considerada la capital nacional del mountain bike, lo que se logró gracias a que cientos de deportistas se entrenan con disciplina y responsabilidad. Eso sí, lo hacen en lugares como las rutas, donde está prohibido, pero están reclamando espacios para hacerlo con seguridad desde hace mucho tiempo.

“El deportista está inmerso en una invisibilidad colectiva”, dijo el biker Darío Gasco. Convendría ampliar el diálogo que se logró en el foro Tucumán Responsable. Además de ver el modo de mejorar la infraestructura vial, dijo el integrante de Meta Bici, “se necesita inversión en educación, en campañas de comunicación y en generar prácticas de convivencia”.