Israel lanzó este martes un ataque aéreo con misiles en Doha, la capital de Qatar, contra residencias utilizadas por dirigentes de Hamás, en lo que constituyó una respuesta al atentado perpetrado el lunes en Jerusalén que dejó seis muertos.

“El ejército y la agencia de seguridad interior israelí [Shin Bet] llevaron a cabo un bombardeo preciso contra altos dirigentes de la organización terrorista Hamás”, informaron las fuerzas armadas. La operación, denominada Cumbre de Fuego, fue confirmada por un alto mando militar como una acción aérea directa.

El primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Israel Katz indicaron que la decisión fue tomada tras los ataques mortales en Jerusalén y Gaza. “Hoy al mediodía, ante una oportunidad operativa, se ejecutó la directiva dada anoche”, señalaron en un comunicado conjunto. La oficina de Netanyahu subrayó que se trató de una acción “totalmente independiente”: “Israel la inició, Israel la llevó a cabo e Israel asume toda la responsabilidad”.

Reacciones y condenas internacionales

Un periodista de AFP en Doha constató explosiones en un complejo utilizado por Hamás. El gobierno qatarí calificó el bombardeo de “cobarde” y denunció que el blanco fueron residencias de líderes del movimiento palestino. Desde Gaza, un dirigente de Hamás aseguró que el ataque buscó golpear a la delegación que discutía la propuesta de alto el fuego impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump.

El ataque fue condenado por Arabia Saudita, cuyo príncipe heredero Mohamed bin Salmán lo tildó de “acto criminal” en comunicación con el emir qatarí Tamim bin Hamad Al Thani. También hubo críticas de Irán, Jordania y Emiratos Árabes Unidos, mientras que el presidente palestino Mahmud Abás denunció una “violación flagrante del derecho internacional y una escalada que amenaza la seguridad y la estabilidad de la región”.

Contexto del conflicto

Desde el inicio de la guerra en Gaza, tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, Israel ha asesinado a varios líderes del movimiento. El ejército justificó la acción en Doha afirmando que los dirigentes alcanzados “son directamente responsables de la masacre del 7 de octubre y de la guerra contra el Estado de Israel”.

El ataque se produjo mientras continúan las negociaciones mediadas por Egipto, Qatar y Estados Unidos para un alto el fuego de 60 días, que incluiría la liberación escalonada de rehenes a cambio de prisioneros palestinos. Sin embargo, en paralelo, Netanyahu ordenó nuevas ofensivas en Gaza, que Israel considera uno de los últimos bastiones de Hamás.

El lunes, la rama armada del movimiento, las Brigadas Al-Qasam, reivindicó el atentado en Jerusalén que costó la vida a seis israelíes cerca del cruce de la colonia de Ramot, lo que terminó de detonar la represalia israelí en Qatar.