Bruno Henrique, referente e histórico delantero de Flamengo, fue sancionado por el Tribunal Superior de Justicia de Brasil con 12 partidos de suspensión y una multa de 60.000 reales. La decisión llega tras un proceso judicial que lo tuvo en el centro de la polémica por apuestas deportivas y conducta antideportiva.
El caso se originó en 2023, durante un partido que Flamengo perdió ante Santos. En tiempo de descuento, Henrique cometió una infracción acompañada de un fuerte reclamo al árbitro que derivó en su expulsión. Ese episodio desató sospechas de manipulación de apuestas vinculadas a tarjetas y llevó a la Policía Federal de Brasil a presentar una denuncia. Incluso, tres familiares del jugador quedaron implicados en la investigación.
Tras un juicio de más de ocho horas, el tribunal lo absolvió de manipulación y perjuicio deliberado a un equipo (artículo 243), pero lo declaró culpable de actuar en contra de la ética deportiva (artículo 243-A). La sanción aplica únicamente a competiciones organizadas por la Confederación Brasileña de Fútbol, lo que le permitirá disputar los cuartos de final de la Copa Libertadores ante Estudiantes de La Plata.
En Flamengo anticipan que apelarán la sanción e intentarán frenar su ejecución. El reglamento establece que las suspensiones son efectivas tras superar dos encuentros, aunque en el club confían en que un recurso pueda demorar la aplicación. Sin embargo, existe el riesgo de que una instancia superior endurezca la pena.
El caso de Bruno Henrique sacude al fútbol brasileño y abre un nuevo capítulo en la lucha contra las apuestas ilegales y las conductas antideportivas.