“Los mexicanos me dicen que hablo como argentino; y acá, que tengo acento mexicano”, reconoce Juan José Morrone con una sonrisa resignada. No es para menos: allá por 1998 su vida cambió de rumbo cuando decidió radicarse en el “DF” para dar clases e investigar en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Quedó lejos de su Quilmes natal y de la Universidad Nacional de La Plata, donde obtuvo la licenciatura en Biología y el Doctorado en Ciencias Biológicas.

Esta visita a Tucumán para participar en el XII Congreso Argentino de Entomología le dispara lindos recuerdos. Había venido por primera vez en 1987, cuando era un joven estudiante de doctorado, convocado nada menos que por el primer Congreso de la Sociedad Entomológica Argentina. “Llegamos un día antes y ayudamos a poner carteles, esas cosas que antes se hacían artesanalmente”, destaca. Allí se codeó con “titanes de la entomología” -Abraham Willink, Luis De Santis, Axel Bachmann, Ricardo Ronderos- y cosechó amistades que perduraron. “Una de ellas es Lucía Claps, que hoy preside este congreso”, apunta.

En aquel 1998, año de su partida, se publicó el primer tomo de “Biodiversidad de artrópodos argentinos”, editado por Morrone junto a Sixto Coscarón. Esa obra fundacional tendría cinco volúmenes más, algunos coordinados junto a Claps, Sergio Roig y Guillermo Debandi.

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Justamente, su ponencia en el Congreso se referirá a esa obra. “Pero la intención no es hacer una historia aburrida de hechos del pasado, sino reflexionar sobre qué se logró con esos seis tomos y qué falta por hacer -explica-. Lo importante es usar lo hecho como base para construir algo nuevo, proyectarnos hacia el futuro y no quedarnos en lo mismo”.

En detalle

Hay en Morrone una vocación que nació temprano. “De chico me gustaban los animales. A veces decía que iba a ser veterinario, otras biólogo -indica-. Lo que me atrapó fue la diversidad, entendida como resultado de la evolución. La pregunta de por qué hay millones de especies y no apenas unas pocas me resultó siempre fascinante”.

En esa línea, a Morrone lo apasiona un universo al que pocos prestan atención, como es el de los artrópodos. Se trata de insectos, arácnidos, crustáceos y miriápodos que constituyen el grupo animal más diverso del planeta. “Seguramente acá afuera, en los jardines, hay alguna especie nueva que todavía no fue descrita -sostiene-. Son millones, y la mayoría ni siquiera ha recibido nombre”.

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Su valor es mucho mayor de lo que solemos percibir. “Estamos más acostumbrados a ver árboles, pájaros o algún mamífero. Pero los insectos y otros artrópodos son el verdadero sostén de los ecosistemas”, afirma Morrone, y ofrece un ejemplo que ilumina esa idea: “en los ecosistemas tropicales, los árboles producen hojas que caen al suelo. Son las hormigas las que las cortan, las llevan a los hormigueros y cultivan hongos sobre ellas. Son auténticas ingenieras del ecosistema”.

Tan cercanos

La relación con los seres humanos también es cotidiana, aunque muchas veces invisibilizada. “Comemos crustáceos; convivimos con enfermedades transmitidas por artrópodos. Y al mismo tiempo dependemos de ellos para la polinización: sin abejas y otros polinizadores, muchísimas especies vegetales desaparecerían”, enumera.

Según Morrone, la mala prensa de moscas, cucarachas o mosquitos oculta el papel vital que cumplen. “Uno puede educar a la gente, sobre todo a los niños y jóvenes, para que comprendan que los insectos son parte de nuestra vida -enfatiza-. Sin insectos, el ser humano no podría existir”.

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No obstante, el panorama es preocupante. Numerosos artículos científicos han documentado una fuerte declinación en las poblaciones de insectos. ¿A qué se debe? “A los plaguicidas, la deforestación, el deterioro de los ecosistemas y, por supuesto, el cambio climático”, advierte Morrone.

“Hay que comprender que sin insectos y sin artrópodos los ecosistemas colapsarían. Son la base de la vida en la Tierra. Defenderlos no es una opción, es una necesidad -subraya-. Debemos convencer a la gente de que la ciencia importa. Porque lo que está en juego no es un debate académico, sino la forma en que viviremos en este planeta en las próximas décadas”.

El congreso se extenderá hasta el viernes

Especialistas de todo el país e invitados extranjeros participan en el XII Congreso Argentino de Entomología, que coincide con los 100 años de la Sociedad Entomológica Argentina. La inauguración se realizó ayer en el teatro Rosita Ávila y las actividades se extenderán hasta el viernes en locaciones de la “manzana del Lillo”. El programa de charlas y simposios puede consultarse en www.cae2025.com.ar.