El “Bosque” siempre impone. Los árboles que abrazan el estadio parecen susurrar historias viejas de triunfos, derrotas y memorias que laten en cada escalón. Para Matías Mansilla, el lunes no será un día cualquiera: volverá a pisar una cancha que tantas veces observó desde el otro lado de la vereda, con el corazón marcado por Estudiantes, el clásico rival de Gimnasia. Ahora, con la camiseta de Atlético, el desafío es doble: sostener el buen momento del “Decano” y demostrar, una vez más, que el arco es suyo.
El arquero llegó a Tucumán con la misión de darle solidez a la defensa, y en poco tiempo se ganó la confianza del plantel. En este Clausura ya disputó cinco partidos y recibió apenas cuatro goles, un registro que refleja la mejora defensiva del equipo. Además, fue clave en la victoria contra Boca por los 16avos de final de la Copa Argentina, donde sus intervenciones fueron claves para la clasificación.
Un regreso especial
La visita a Gimnasia tiene un matiz especial para Mansilla. “Me siento muy identificado con Estudiantes, por todo lo que he vivido ahí. Pero hoy me brindo por completo a Atlético y con muchas ganas de ganar, obvio”, reconoce el arquero. El partido, inevitablemente, lo conecta con viejos recuerdos y también con amistades. “Sí, me han escrito amigos en estas semanas, alguno que otro chiste, pero más allá de eso, lo importante es que quiero ganar. Necesitamos los tres puntos para seguir prendidos entre los ocho y olvidarnos de la parte de abajo”, explica.
La ilusión de meterse en playoffs
Atlético llega entonado tras la goleada 3-0 frente a Talleres, un resultado que significó un alivio después de varios tropiezos.
“Fue positivo porque, por distintas circunstancias, no se nos venían dando los resultados. Sabíamos que merecíamos tener dos o tres puntos más. Este resultado nos posiciona donde creemos que merecemos estar, pero no debe tapar las cosas que tenemos que mejorar aún”, reflexiona Mansilla.
Con cinco fechas jugadas y la tabla apretada, el objetivo es claro: entrar en los playoffs. “El partido se prepara con mucha seriedad y con ganas de seguir mejorando. Si queremos entrar y competir, hay cosas que tenemos que ajustar”, advierte.
Las modificaciones
El Clausura también obligó a Atlético a reinventarse jornada tras jornada. Lesiones, suspensiones y ajustes tácticos impidieron que el equipo repitiera formación. Mansilla lo asume.
“Es difícil porque no logramos sostener tres partidos seguidos con los mismos jugadores. Eso afecta la regularidad, pero lo importante es que el que entra se brinda al máximo. Y como grupo estamos muy bien, eso se ve reflejado en la cancha, más allá de los cambios”, explica.
Esa unión interna, sostiene, es uno de los pilares que mantienen al “Decano” competitivo. “Hay un buen grupo, buena predisposición para trabajar, y eso hace que el día a día lo llevemos con alegría. Pasamos mucho tiempo acá, lejos de la familia, y tener amigos en el vestuario lo hace más llevadero”, cuenta el arquero.
El presente
En Tucumán, Mansilla encontró un lugar donde seguir creciendo. “Yo elegí estar acá y la idea es pelear por algo importante. Si Dios quiere, vamos a estar entre los ocho. La mentalidad es esa: alejarnos de la parte baja y apuntar hacia arriba”, asegura.
Mañana, el reto será sostener la solidez defensiva frente a un Gimnasia herido, que buscará levantarse tras dos derrotas y con la novedad del regreso de Jan Hurtado en ataque. Atlético, en cambio, se apoyará en su arquero para mantener la seguridad en el fondo y ratificar su lugar en la pelea.
En el “Bosque”, escenario cargado de recuerdos y tensiones, Mansilla tendrá la oportunidad de sumar una página especial a su historia. Entre pasado y presente, lo único que importa será mantener la valla en cero y llevarse un triunfo que acerque a Atlético al sueño de los playoffs.