El Internacional de Porto Alegre atraviesa un momento crítico dentro y fuera de la cancha. A las recientes eliminaciones en la Copa Libertadores y la Copa de Brasil se sumó un escándalo extradeportivo que tiene como protagonistas a dos futbolistas argentinos: Alexandro Bernabei y Braian Aguirre. Ambos quedaron expuestos en informes del portal brasileño LeoDias, que los vinculó con la hija de un empresario ligado al club, en medio de rumores de infidelidad y un supuesto triángulo amoroso.

La historia comenzó a fines de julio, cuando el medio de espectáculos reveló que cuatro jugadores del Inter mantenían encuentros secretos con la joven, iniciados a través del “modo temporal” de Instagram, herramienta que borra automáticamente los mensajes una vez vistos. La mujer relató que las citas se daban en lugares apartados de Porto Alegre y que la discreción era clave para no ser descubiertos.

El primero en ser señalado públicamente fue Bernabei, lateral izquierdo de 24 años, casado y con una hija pequeña. Según la versión de LeoDias, la esposa del futbolista recibió un mensaje directo de la joven contándole lo ocurrido. Ante la exposición, el ex Lanús emitió un comunicado donde aseguró ser víctima de un intento de chantaje, pidió disculpas a su familia y al club, y confirmó que llevó el caso a la Justicia.

Días más tarde, el escándalo se amplió con el nombre de Aguirre, lateral derecho argentino surgido también de Lanús. El portal lo acusó de mantener comunicaciones íntimas con la misma mujer y de haber concretado encuentros en su departamento. Como prueba, difundieron capturas de un mensaje de contenido sexual atribuido al jugador.

El impacto no tardó en llegar al vestuario. El 23 de agosto, tras la derrota contra Cruzeiro por el Brasileirao, se desató una fuerte discusión que terminó en pelea entre Bernabei y Wesley Ribeiro, quien acusó al argentino por su bajo rendimiento y la exposición del caso. Según la versión publicada, Alan Patrick, capitán del equipo, salió en defensa del argentino y la situación se descontroló al punto de que otros cinco futbolistas tuvieron que intervenir para separar a sus compañeros.

Mientras la directiva del Inter mantiene el silencio y no emitió comunicados oficiales, la interna explotó en un plantel golpeado futbolísticamente. Eliminado de la Libertadores por Flamengo, de la Copa de Brasil por Fluminense y relegado al puesto 13 en el Brasileirao, el club colorado ve cómo los problemas extradeportivos profundizan su crisis.