En los últimos meses se viene desarrollando un programa para reforzar la seguridad en torno de las principales sedes universitarias de la provincia. La Municipalidad de San Miguel de Tucumán, junto a la Universidad Nacional de Tucumán, a la Universidad Tecnológica Nacional y al Ministerio de Seguridad de la provincia, puso en marcha corredores seguros que concentran equipamiento tecnológico y monitoreo permanente. La semana pasada se sumó un nuevo tramo en avenida Independencia al 1.900.

El esquema incluye paradas de colectivos acondicionadas con tótems inteligentes, botones antipánico y cámaras conectadas las 24 horas al centro de monitoreo municipal. Estas herramientas permiten establecer comunicación inmediata con personal especializado, que a su vez activa a la patrulla urbana, al sistema de emergencias médicas o a la Policía, según la situación.

El proyecto surge de reclamos de estudiantes y de vecinos. Los episodios de robos, arrebatos y situaciones de acoso hicieron visible la vulnerabilidad de quienes transitan diariamente por esos lugares. La instalación de corredores seguros aparece como una respuesta concreta a esas demandas, aunque debe entenderse como parte de un abordaje más amplio.

La intendenta capitalina, Rossana Chahla, contó que incorporaron más de 15 cámaras sobre avenida Independencia, además del tendido de fibra óptica que permite aplicar programas de inteligencia artificial para detección de conductas sospechosas.

El rector de la UNT, Sergio Pagani, valoró la medida al destacar la importancia de que los alumnos cuenten con un entorno cuidado, sobre todo en horarios nocturnos. La vida universitaria supone clases, exámenes, trabajos de investigación y actividades que no siempre coinciden con los horarios de mayor circulación general. Esa condición obliga a pensar en mecanismos específicos de protección y acompañamiento.

Los corredores seguros no sustituyen la presencia de la Policía ni las recorridas preventivas. Son un complemento que puede mejorar la percepción de seguridad y facilitar la asistencia en casos de emergencia. La tecnología por sí sola no resuelve la complejidad del problema, pero contribuye a generar condiciones que dificulten ciertos delitos y que permitan un auxilio más rápido a las víctimas.

En otras ciudades de la provincia también se han instalado sistemas parecidos con cámaras de características similares. La posibilidad de expandir estos sistemas depende tanto de la inversión en infraestructura como de la capacidad de coordinación entre distintos niveles del Estado. La experiencia indica que los dispositivos son más efectivos cuando se insertan en políticas integrales que incluyen patrullaje, alumbrado adecuado y mantenimiento urbano.

En el pasado, los estudiantes fueron críticos con programas similares, que no lograron sostenerse en el tiempo o tuvieron deficiencias operativas. La evaluación que ellos hagan de esta nueva etapa resultará clave para medir su eficacia. La participación ciudadana, en especial de quienes utilizan cotidianamente estos corredores, permitirá ajustar el sistema y detectar falencias que puedan corregirse.