La final del Masters 1000 de Cincinnati del 18 de agosto de 2025 terminó antes de lo previsto. Apenas 23 minutos duró el duelo entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, cuando el italiano, visiblemente afectado por el calor extremo, decidió abandonar el partido y cederle el título al español. El marcador era 5-0 en favor de Alcaraz en el primer set cuando Sinner se levantó de su silla con gestos de dolor y no pudo continuar.
El desenlace tomó por sorpresa a los miles de espectadores presentes en Ohio. Sinner, que había mostrado signos de fatiga y movimientos lentos desde los primeros puntos, se desplomó físicamente al borde de la cancha. “Me siento muy mal, no puedo moverme”, alcanzó a decir antes de recibir asistencia médica. Los fisioterapeutas lo colocaron bajo la sombra, aplicándole bolsas de hielo en la cabeza para intentar controlar su temperatura corporal.
Minutos más tarde, el italiano explicó lo sucedido en conferencia de prensa. “Lamento mucho haberlos decepcionado (al público). Ayer no me sentía muy bien. Pensé que mejoraría durante la noche, pero todo empeoró. Intenté salir a jugar hoy, pero no pude más”, admitió con frustración. Su andar cansino y la falta de reacción en cada golpe ya habían encendido las alarmas antes de su retiro.
El abandono de Sinner selló automáticamente la consagración de Carlos Alcaraz, que levantó así el 22º trofeo de su carrera en el circuito ATP. Aunque el desenlace no fue el esperado, la victoria refuerza la posición del español en lo más alto del tenis mundial, en una rivalidad con Sinner que promete muchos capítulos más, pero que en Cincinnati quedó interrumpida por la fragilidad física del italiano ante un clima sofocante.