La ambición humana parece no tener límites y una ciudad en Arabia Sadita es el claro ejemplo de ello. Desde 2009 y hasta hoy, el Burj Khalifa ostentó el título de edificio más alto del mundo. Pero eso parece estar a punto de cambiar, porque un grupo de inversores está a punto de ir por mucho más.

Un alemán rompió el récord Guinness al vivir 120 días sumergido en una cápsula marina

Actualmente, la meta se encuentre en los 828 metros de altura. Desde allí, para arriba, cualquier otra edificación puede romper el récord mundial. Ubicado en un predio con caminos y rutas propias, el Burj Khalifa se encuentra en Dubai, a menos de cuatro kilómetros de la playa.

Del otro lado de Arabia Saudita, sobre las costas del Mar Rojo y a 1665 kilómetros de Dubai, un grupo de empresarios quiere levantar una nueva torre que superaría cualquier construcción humana conocida hasta ahora. La ciudad de Yidda (o Yeda) sería el escenario que albergaría semejante proyecto.

Cuánto medirá el nuevo edificio más grande del mundo

El mega proyecto está a cargo del arquitecto estadounidense Adrian Smith, el mismo que diseñó el Burj Khalifa. No se trata de una proyección al futuro, sino que ya está materializándose y es actualmente el rascacielos más alto en construcción. Pese a que en principio se habían calculado 1.500 metros de altura, un posterior análisis del terreno indicó que se podría llegar solo hasta los 1.000 metros, un indicador que sigue superando todo lo existente.

En números, se espera que la Torre Jeddah o Kingdom Tower tenga casi 60 ascensores de gran velocidad, 12 escaleras mecánicas, un área ocupada de 243.000 metros cuadrados y aproximadamente 167 pisos. La construcción per se inició en junio de 2013 y desde entonces tuvo una pausa que terminó en 2023. Se espera que para 2029 el edificio esté terminado.

El interior de la torre tendrá espacios dedicados a las oficinas, el comercio y también el turismo. Se evaluó la posibilidad de que contuviera un lujoso hotel de la cadena Four Seassons. También habrá departamentos residenciales, por lo que quienes puedan costear su alto valor tendrán un espacio privilegiado para vivir en el que será el rascacielos más alto del mundo.

Aunque se rumoran problemas financieros debido a crisis mundiales desde que inició la construcción, la empresa encargada sostuvo que en ningún momento se consideró abandonar el proyecto.