Después de 14 años en la Fórmula 1, Daniel Ricciardo dio por finalizada su carrera en 2024 tras el abrupto reemplazo en Racing Bulls por Liam Lawson durante el Gran Premio de Singapur. Desde entonces, el australiano, que fue una de las figuras más carismáticas de la categoría, se encuentra transitando una etapa de introspección y nuevos proyectos personales, muy diferente a la vida acelerada que llevó en los circuitos.

En la conferencia Ray White Connect, en Queensland, Ricciardo habló con humor de su presente y sorprendió por su cambio de imagen. Bromeó diciendo que su barba era su consuelo porque había tenido una discusión con su barbero y perdió la navaja, asegurando que fueron meses muy duros. El piloto incluso se viralizó en redes por una foto junto al creador digital Jack Berg, en la que aparecía con camuflaje y una barba prominente delante de un oso.

Lejos del ruido de la F1, el ex corredor decidió dedicarse a su marca de ropa y a su línea de vinos DR3 Wines. También encontró espacio para actividades que antes eran imposibles por la exigencia del automovilismo. Confesó que hizo senderismo, que incluso viajó a Alaska y que por suerte no fue atacado por un oso grizzly. Agregó que aprendió a disfrutar los pequeños detalles y a valorar más a su familia y amigos.

Ricciardo aprovechó este tiempo para reflexionar sobre su pasado. Contó que durante su carrera llevó una vida loca y acelerada, y que de pronto sintió más calma. Explicó que ya no estaba rodeado de gente opinando y que intenta dejar atrás la actitud egoísta que la competencia le imponía. Aseguró que ahora busca escuchar más a los demás y reconectar con su entorno más cercano.

Una despedida con nostalgia y nuevas pasiones

El australiano regresó al karting para impulsar la Daniel Ricciardo Series en el Reino Unido, una experiencia que le recordó los inicios de su carrera. Señaló que fue la primera vez que volvió a un circuito desde Singapur y que resultó emocionante ver a los jóvenes que recién comienzan. Subrayó que la vida menos caótica le permite valorar cómo se sentía en sus primeros pasos.

Aunque hubo rumores sobre un posible regreso a la Fórmula 1, el propio piloto y directivos como Graeme Lowdon, del futuro equipo Cadillac, lo descartaron. Con 36 años, Ricciardo afirmó que disfruta vivir en el carril lento y que, aunque suene extraño hablar de retiro a esa edad, lo considera un cierre respecto al mundo que habitó durante más de una década. De Red Bull a McLaren, dejó huella con victorias memorables, pero hoy su prioridad está fuera de la pista.