España encara este miércoles el final de la ola de calor que ha mantenido en vilo a la geografía nacional durante los últimos diez días y que, desde su inicio el 3 de agosto, se ha cobrado la vida de dos personas más en Andalucía. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene activadas alertas en todas las comunidades autónomas —salvo Asturias, Galicia y Canarias— por altas temperaturas, lluvias y tormentas.

Las máximas más extremas se registrarán en Córdoba y Sevilla, donde el aviso rojo (riesgo extremo) advierte de valores que alcanzarán los 44 °C. También están en nivel rojo Huelva, y en el norte, Guipúzcoa y Vizcaya, con máximas de entre 40 °C y 42 °C.

La Aemet explica que una pequeña onda cruzará la Península a lo largo del día, generando nubosidad de evolución y chubascos que aliviarán el calor en gran parte del interior. Las tormentas comenzarán al mediodía en amplias zonas de la mitad oriental y el norte peninsular.

Los modelos de alta resolución, como el HARMONIE, prevén lluvias localmente intensas de más de 30 o 40 litros por metro cuadrado en solo tres horas, sobre todo en el Pirineo aragonés y catalán, el Prepirineo, Teruel, la serranía de Cuenca, el interior de Albacete y la Región de Murcia. También se esperan aguaceros fuertes en zonas montañosas del sureste, el golfo de Vizcaya y el Sistema Ibérico.

En paralelo, Cataluña vivió este lunes su jornada más calurosa del verano, con casi 44 °C en Vinebre. La Aemet ha activado alertas por tormentas en regiones como Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Cataluña, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra, País Vasco y La Rioja.

Los fenómenos adversos no se limitarán a las precipitaciones: se esperan rachas de viento que podrían superar los 80 km/h, e incluso alcanzar puntualmente los 100 km/h en Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, Navarra, La Rioja, País Vasco, norte y noroeste de Murcia y zonas interiores de Cataluña. También hay riesgo de granizo de hasta 2 cm en áreas del Sistema Ibérico, la Cordillera Cantábrica y el este de Castilla-La Mancha.

La buena noticia es que, según la previsión, a partir del viernes las temperaturas comenzarán a descender en la vertiente atlántica y el área cantábrica. El alivio térmico se extenderá el fin de semana al resto del país, con jornadas más suaves incluso en las horas centrales del día.