En un aula de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Tucumán, Marco Canevaro, Matías Rojas, Iván Taddei y Agustín Lencina soñaban con transformar la educación. Lo que empezó en 2022 como una utopía lejana se convirtió en NotNini, una plataforma educativa que hoy usan más de 30.000 personas en 12 países. Esa startup tucumana conquistó Silicon Valley, donde la organización de Tim Draper, inversor de gigantes como Skype, Tesla y SpaceX con una fortuna calculada en U$S 2.000 millones, decidió apostar por ellos.

Draper House Americas anunció esta semana que apoyará al proyecto tucumano en estos términos: "NotNini es el motor GenAI diseñado para el aprendizaje de la Generación Z: rápido, interactivo y social. Convierte cualquier tema en un juego instantáneo donde los usuarios aprenden solos o con amigos, creando y compartiendo contenido con alcance global. Diseñado para una generación que vive de la velocidad y la conexión, Notnini hace que el aprendizaje sea tan adictivo como entretenido".

En la inversión de Draper House Americas pesó la convicción de que la próxima ola de talento tecnológico comienza en el aula: "NotNini se asegura de que sea más grande, más audaz y más diversa que nunca". 

En diálogo con LA GACETA, Marco confirmó que la misión de su empresa es cambiar la manera en la que los chicos aprenden. “Mi propósito en este mundo es poder llegar a más estudiantes. Se sufre mucho por rendir finales”, dice. Actualmente, la plataforma (notnini.com) es un actor viral en redes sociales. Se destaca especialmente la cuenta de Instagram de Marco, @que_embole_estudiar, que suma seguidores entre jóvenes que buscan nuevas formas de conectarse con el conocimiento.

CRUZAR FRONTERAS. la startup tucumana logró algo histórico: captar la atención y la inversión de Tim Draper, un referente de Silicon Valley. / CORTESÍA MARCO CANEVARO

El encuentro con Draper

Marco Canevaro, ingeniero en sistemas, fundador y CEO, recuerda cómo fue el contacto con Draper y la experiencia que cambió el rumbo de NotNini. “En 2023, mientras buscábamos abrir una nueva ronda de financiamiento, encontré un posteo en LinkedIn sobre Draper House Americas, un programa de aceleración para startups. Nos postulamos y quedamos seleccionados entre cientos de proyectos de todo el mundo”, cuenta Marco.

El programa no sólo incluye capacitación, sino también la convivencia en una mansión en San Mateo, cerca de Palo Alto, epicentro histórico del ecosistema tecnológico mundial. “Es como una versión de 'Harry Potter' o un 'Juegos del Hambre' de emprendedores, una experiencia intensa que mezcla aprendizaje, desafíos físicos y cinco días desconexión. Eso me ayudó a volver con toda la energía para seguir creciendo”, explica.

DRAPER HOUSE AMERICAS. El programa no sólo ofrece formación intensiva, sino también la convivencia en una mansión en San Mateo, cerca de Palo Alto, el corazón del ecosistema tecnológico global. / CORTESÍA MARCO CANEVARO

Sin embargo, llegar a esa instancia no fue sencillo. El equipo compitió con cientas de startups internacionales y tuvo que hacer grandes sacrificios, desde jornadas interminables hasta adaptarse a vivir con recursos limitados para costear el viaje. A pesar de las dificultades, lograron no sólo ser seleccionados, sino también ganar el programa y demostrar el potencial mundial de Notnini.

Más tarde, aseguraron inversiones estratégicas en Chile gracias a Startup Chile, y ahora Draper volvió a apostar por ellos con una nueva ronda de inversión para acelerar su crecimiento. Marco describe este apoyo como “un honor”, y asegura que refleja el esfuerzo y la visión de todo el equipo.

EL EQUIPO DE NOTNINI. Los jóvenes tucumanos en una sesión de trabajo por su sueño. / CORTESÍA MARCO CANEVARO

Un satélite para la educación

Para Marco, la educación está cambiando radicalmente. “En pocos años, la inteligencia artificial será la base de los métodos de estudio. Los docentes serán comunicadores que interactúan con los alumnos mediante la inteligencia artificial, y los estudiantes tendrán sesiones personalizadas que harán la experiencia más eficiente y atractiva”, dice. 

Incluso sueña con lanzar un satélite para que NotNini llegue a zonas rurales con baja conectividad y para acercar la educación a quienes más lo necesitan. “No somos sólo tecnología: buscamos un impacto social real y democratizar el acceso al conocimiento”, afirma Marco, orgulloso de ser parte de un proyecto que nació en Tucumán y que ya logró posicionarse en el escenario global.

EXPOSICIÓN MUNDIAL. NotNini fue la ganadora del programa Draper House Americas. / CORTESÍA MARCO CANEVARO

Sin embargo, la inversión actual se destinará principalmente a crecimiento y expansión internacional, con foco en América Latina, Asia y mercados de habla castellana. El objetivo es alcanzar un millón de dólares en facturación en los próximos seis meses. En ese plazo, planean preparar una nueva ronda de financiamiento que sería mucho mayor: entre uno y dos millones de dólares para escalar la empresa.

“Empezamos como un juego para aprender programación, pero hoy somos una plataforma que gamifica cualquier contenido educativo, utilizando inteligencia artificial para crear experiencias de aprendizaje personalizadas”, explica. Con una base sólida de usuarios y un respaldo internacional clave, NotNini apunta a convertirse en el unicornio educativo argentino que trascienda fronteras.