El empate sin goles entre Atlético Tucumán y Rosario Central en el estadio Monumental “José Fierro” dejó un saldo de opiniones encontradas sobre el operativo de seguridad. El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, en diálogo con LG Play, valoró el despliegue policial “La salida también fue rápida y ordenada”, destacó el funcionario. Sin embargo, reconoció un episodio aislado: tres colectivos con simpatizantes se detuvieron y algunos pasajeros descendieron sin autorización, arrojando piedras al personal policial. “No sabemos cuál fue la intención de estas personas. Debían permanecer en los vehículos y seguir rumbo a su provincia”, manifestó. Ante esta situación, la Policía de Tucumán, con intervención de sus cinco grupos de infantería, actuó rápidamente y logró reestablecer el orden en un lapso aproximado de diez minutos. “Estas personas arrojaron piedras hacia el personal policial, que debió realizar algunos disparos disuasivos para garantizar el reembarque”, sostuvo.
Además, el funcionario añadió que fueron felicitados por las autoridades de los clubes. "Se detectaron personas que tenían la prohibición de ingresar a los estadios", dijo.
El operativo, según el jefe de Policía Joaquín Girvau, se desarrolló bajo el protocolo Tribuna Segura, con controles exhaustivos de ingreso y la detención de cuatro personas por resistencia a la autoridad, además de un caso con prohibición de entrada a estadios. “La salida se desarrolló con total normalidad, sin destrozos. Tuvimos hechos puntuales que ya fueron denunciados, pero no empañaron el operativo”, señaló.
También aclaró que se incautaron pequeñas dosis de estupefacientes y se dio intervención a la Justicia. Girvau insistió en que la Policía de Tucumán garantiza el respeto a la ley y la seguridad en los eventos deportivos.
No obstante, el relato de varios vecinos contradice la versión oficial. Según los testimonios recogidos, tras el encuentro se produjeron incidentes en la avenida Juan B. Justo, donde quedaron vidrios rotos, piedras, ladrillos y manchas oscuras que algunos residentes identificaron como sangre. De acuerdo con estas versiones, un piedrazo lanzado por un grupo de hinchas locales contra un colectivo visitante habría desatado una serie de agresiones, corridas y destrozos. Comerciantes de la zona denunciaron fallas en el operativo, señalando que parte de la hinchada visitante fue desviada hacia calles donde coincidieron con simpatizantes de Atlético, lo que habría facilitado los enfrentamientos.
La noche terminó con acusaciones cruzadas y un operativo cuya efectividad quedó en discusión. Mientras las autoridades defienden el despliegue policial, los vecinos reclaman mayor prevención para evitar que el fútbol deje su huella en forma de violencia y daños materiales.