A medida que se acercan las elecciones, los sondeos de opinión pública van evidenciando que las demandas sociales vuelven a apuntar hacia la economía. El último reporte de D´Alessio IROL y Berensztein exterioriza que, de los cinco temas que más preocupan a los argentinos, cuatro están relacionados con el rumbo económico, aunque la inseguridad es la principal demanda. Julio ha dejado una sensación de dudas, con una variación del 14% en el valor del dólar, que derrumbó la paz cambiaria. Además, las tasas de interés se subieron a la montaña rusa, lo que derivó en dudas acerca del impacto de este proceso en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
La evaluación negativa de la situación económica actual respecto del año pasado continúa creciendo luego de su piso en diciembre 2024, dice el reporte de Humor Social y Político. Un 54% de los encuestados considera que la situación está peor que el año pasado, mientras que un 44% cree que está mejor. Respecto de las expectativas económicas para el año próximo, el pesimismo continúa predominando entre los encuestados por segundo mes consecutivo, puntualiza D´Alessio IROL y Berensztein. Un 45% de la población cree que la economía estará mejor dentro de un año y un 49% evalúa que la economía estará peor.
A la batalla para sostener la macroeconomía se suman otras dos relacionadas con la anterior: la reacción del mercado y el esperado impacto del ajuste realizado por la gestión del presidente Javier Milei, en la microeconomía. De hecho, el Gobierno está intentando que los reajustes de precios no lleguen a la inflación y que, de esa manera, haya una percepción general de que se recupera el poder adquisitivo del ingreso.
Para los próximos tres meses el mercado parece decidido a operar bajo un único horizonte: las urnas de octubre. Con la flexibilización de las metas de reservas por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), el foco del mercado se desplazó hacia la política. Las encuestas muestran a La Libertad Avanza con 40% de intención de voto para las elecciones generales, seguida por Fuerza Patria con 30%. ¿El PRO? Bastante lejos, con 6,5%, detalla GMA Capital.
Si bien parece que falta para el 26 de octubre, el primer examen tendrá lugar antes. El 7 de septiembre son las elecciones en la provincia de Buenos Aires, bastión histórico del peronismo y referencia clave para medir el clima electoral, ya que vota el 37% del padrón electoral. En paralelo, la semana que pasó dejó señales de tensión para el Ejecutivo provenientes del Congreso. La media sanción a la Ley de Financiamiento Universitario y a la Emergencia en Pediatría implican consecuencias fiscales acotadas, pero un mensaje político claro: las fricciones en el plano legislativo continúan. Según GMA, el frente fiscal podría verse más presionado por los proyectos de gobernadores que buscan modificar la distribución de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del Impuesto a los Combustibles. El costo fiscal estimado de estas medidas, que se discutirán en comisiones el miércoles, sería de 0,2% del PBI en 2025 y 0,4% en 2026, mayor que la secuela por la baja de retenciones anunciada. Esto anticipa un conflicto relevante sobre el reparto de fondos a provincias.
Mientras tanto, el riesgo país se mantiene en torno a 730 puntos, sin grandes cambios desde el rally posterior a la Fase 3 del programa económico, cuando llegó a coquetear con los 1.000 puntos, indica el informe de GMA Capital. Sobre el impacto de las elecciones legislativas en este indicador medido por la banca JP Morgan, la experiencia de los últimos 15 años muestra un patrón repetido: hubo compresión tanto en los tres meses previos a los comicios (126 puntos en promedio) como en los posteriores (53 puntos promedio). De todos modos, cada ciclo inicia desde distintos niveles y tiene su propio recorrido, indica la Sociedad de Bolsa.
Ahora, ¿por qué les importa tanto las elecciones de medio término a los bonistas? “No solo es un indicio positivo de cara a las ejecutivas de 2027, sino que un Congreso con mayor peso oficialista habilitaría la aprobación de reformas estructurales, claves para dar sustento al programa fiscal”, puntualiza GMA.
Según la última revisión del FMI, la reforma impositiva podría presentarse en diciembre de 2025, mientras que las relacionadas con las cuestiones previsional y laboral llegarían en 2026, probablemente hacia fin de año.
De todos modos, y más allá de la perspectiva positiva, el mercado se mantiene cauteloso. La expectativa de un triunfo del oficialismo, en paralelo con tasas Hard Dollar cerca del 12%, parece indicar que los inversores se encuentran en un modo wait and see (esperar y ver), un clásico del segundo semestre de los años impares, advierte el economista Nery Persichini.
El gran interrogante hacia adelante, al margen del resultado en octubre, es si la política podrá ofrecer el marco necesario para transformar un rally electoral en un ajuste sostenible de spreads de la deuda soberana. Porque sin la continuidad del equilibrio macro no se puede, pero con eso solo no alcanza. “El mercado, como jugando al truco, ya orejea las reformas de la micro que se debatirán en el Congreso y que serán vitales para el crecimiento y la capacidad de pago en los próximos años”, indica GMA Capital.
Posteo presidencial: Milei defiende la política monetaria y dice que la suba del dólar no irá a los precios
El presidente Javier Milei volvió a defender anoche el sistema cambiario y argumentó por qué el dólar no debería trasladarse a precios. “Si no hay convalidación monetaria, el nivel de precios no cambiará y todo es una cuestión de precios relativos”, dijo. Además, rechazó que el traspaso a precios del movimiento en el precio del dólar (passthrough), tenga sustento teórico en la coyuntura actual.
Milei título su texto “Aspectos esenciales del análisis monetario”. Al comienzo de su posteo, señala que, a pesar de los errores persistentes en los análisis de muchos economistas, el enfoque en el “passthrough” es equivocado. “La inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario“, afirma, atribuyendo el aumento de precios a un exceso de oferta de dinero. Así, apeló a la teoría elaborada por el economista Milton Friedman, premio nobel de Economía en 1976. Es decir, en la lógica que defiende Milei, al no haber emisión monetaria, no debería generarse inflación, porque los aumentos de precios están ligados a un exceso de oferta de dinero. El Presidente también aborda el efecto Hume-Cantillon, que describe cómo el aumento en la oferta monetaria afecta los precios de manera desigual y no simultánea. Este efecto, junto con el modelo de overshooting de Dornbusch, explica cómo un exceso de oferta de dinero puede llevar a un salto más que proporcional en el tipo de cambio, que luego se ajusta a la paridad del poder adquisitivo (PPP). El viernes último, el jefe de Estado anunció en cadena nacional dos medidas para “blindar” el superávit fiscal. Firmará una resolución que prohíba al Tesoro financiar el gasto primario con emisión monetaria y enviará un proyecto de ley para penalizar los presupuestos nacionales que incurran en déficit fiscal.