Esta semana que termina hubo una reunión significativa en Casa de Gobierno. Cuatro ministros del Poder Ejecutivo recibieron a representantes del sector privado, de ONGs, de organizaciones intermedias y del Poder Judicial para hablar de un problema muy grave: la inseguridad vial que caracteriza a Tucumán.

En ese encuentro, los funcionarios recibieron el Plan Integral de Transformación Cultural Vial, fruto de más de un año y medio de trabajo en foros y mesas de diálogo con funcionarios, empresarios, jueces, fuerzas de seguridad, hospitales y empresas de transporte. Este trabajo, que nació como una iniciativa de Meta Tucumán y de Yuhmak, es clave, porque sugiere una serie de acciones que, de implementarse correctamente, pueden ayudar a resolver un problema que día a día se vuelve más grave.

De la reunión participaron el ministro de Gobierno y Justicia, Regino Amado; el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz; el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa; el ministro de Obras y Servicios Públicos, Marcelo Nazur; el secretario de Transporte, Vicente Nicastro; Sebastián Granelli, referente del Ministerio de Educación, y Dive Mohamed, directora general de Gestión Sanitaria del Siprosa. Del otro lado estuvieron representantes de Meta Tucumán, de la Fundación León, de la Fundación Ibatín, de Meta Bici, de Ciudadanía Positiva, de la Cámara de Productores de Seguros, de la Asociación de Magistrados de Tucumán, de Acara (que nuclea a los concesionarios de autos) y de empresas que venden motos.

El plan que este último grupo le presentó a los funcionarios es el resultado de más de un año y medio de trabajo en foros y mesas de diálogo. Es decir, es el fruto del debate, de la reflexión, de la escucha, del análisis de un sector de personas comprometidas con mejorar la calidad de vida en nuestra provincia. Ese es el valor principal: no responde a intereses electorales ni partidistas. Y eso no es poca cosa.

El plan propone, entre muchas otras cuestiones, cinco pilares que, de cumplirse, pueden generar una transformación social: 1) recopilar, procesar e interpretar datos para pasar a la acción, 2) educar para el cambio, 3) realizar controles policiales estratégicos y transparentes, 4) aplicar tecnología y sanciones efectivas, y 5) comunicar de modo eficiente para lograr la transformación de hábitos.

Durante la reunión en Casa de Gobierno se discutió la conformación de una Mesa Intersectorial de Planificación Estratégica para articular esfuerzos entre el Gobierno, el sector privado, el tercer sector, la Justicia y la academia. La intención es que las acciones que ya viene desarrollando el Estado se integren en una estrategia conjunta, medible y sostenible en el tiempo.

Este plan puede funcionar como una brújula para aquellos que conducen la Provincia. Además, posee un valor indiscutible: es una iniciativa que nació de la comunidad a partir del consenso y el debate. Es decir, va de abajo hacia arriba y no viceversa. Creemos que estamos frente a una oportunidad para transformar una realidad muy preocupante.