Valentina Egea (24 años), María Gracia Ceballos Paz (26), Andrea Marcelo (25) y Valentina Vidal (26) están contando los días para subirse al avión que las llevará a vivir una experiencia que soñaron durante años. Las cuatro son docentes de Inglés y fueron seleccionadas para el programa Fulbright "Foreign Language Teaching Assistant" que las llevará durante nueve meses a distintas universidades de los Estados Unidos como asistentes de español y embajadoras culturales.

Este año se presentaron 74 postulantes de todo el país. El 10 de octubre cerró la convocatoria y, de allí, pasaron a una preselección de 34. Una semana después, el 2 de diciembre, rindieron entrevistas con integrantes de la Comisión Fulbright, el Ministerio de Educación y la Embajada de EE.UU. Finalmente, quedaron 16 becarios en todo el país, de los cuales cuatro son tucumanas, la provincia con mayor representación.

LAS UNE UN SUEÑO. Vidal, Marcelo, Ceballos y Egea pasarán nueve meses como asistentes de idioma y embajadoras culturales en universidades norteamericanas. / LA GACETA

Cómo empezó el sueño

La preparación fue intensa: un formulario de más de 40 páginas, documentación en orden y cartas de recomendación. Pero además de los nervios por la selección, tuvieron que lidiar con imprevistos: en junio, las visas J1 quedaron pausadas para estudiantes internacionales y la renuncia de la comisión directiva de Fulbright en EE.UU. sumó semanas de incertidumbre. "Era como vivir un paro cardíaco tras otro”, confiesa María. También debieron rechazar ofertas laborales en Tucumán, lo que les generó un año irregular en cuanto a flujo de trabajo.

Para María Gracia, profesora recibida en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), y teacher en el Instituto Rush y Colegio San Patricio, la beca era un objetivo claro desde que ingresó a la carrera. “Siempre me motivó la idea de hacer un intercambio en los Estados Unidos. Me recibí en diciembre de 2023 y, cuando se abrió la convocatoria en 2024, dije ‘mando’ sin saber qué iba a pasar”.

Egea, también egresada de Filosofía y Letras, enseña en el Colegio Santa María y en el Juvenil Instituto Modelo. Coincide con Ceballos Paz: "desde el primer año nos decían: ‘Cuiden sus promedios, que hay becas’. Tuvimos profesores que fueron becarios Fulbright y eso nos inspiró”.

En el caso de Andrea, recibida de la Escuela Comercio José de San Martín de Monteros y docente en la Escuela Multinivel de Las Arquitas, en plena alta montaña de Simoca, la chispa nació en 2019 cuando recibió a Katie en primer año, una becaria estadounidense de Boston: “fue mi primer contacto con alguien nativo. En un momento dije: ‘yo quiero hacer esto’. Intenté postularme antes, pero no me animaba. El año pasado, el último día, a las 11.50 de la noche, mandé la solicitud completa desde mi casa en Simoca. Y salió”.

Vidal, egresada del Instituto Lola Mora y abogada, trabaja en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), en la Escuela Divina Providencia de Los Pocitos y en la Facultad de Derecho de la UNT. Conoció la beca cuando un asistente de idioma estadounidense visitó el instituto donde estudiaba inglés: “cuando se abrió la convocatoria no lo dudé ni un segundo”.

Lo que llevan de Tucumán al mundo

En sus valijas, además de apuntes y expectativas, llevan un mate y un poncho tucumano, regalos del gobernador Osvaldo Jaldo, la ministra de Educación Susana Montaldo, el ministro de Gobierno y Justicia Regino Amado, y la secretaria de Relaciones Internacionales Virginia Ávila.

A pocos días de viajar, la ansiedad se mezcla con entusiasmo. Ceballos ya tiene las chocolinas y el dulce de leche en su valija para hacer postre chocotorta cuando esté allá, Egea ya le pidió a su mamá la receta de empanadas para la feria gastronómica y Marcelo está guardando libros de autores tucumanos para dejar en las bibliotecas estadounidenses.

CON MATE Y PONCHO. Las cuatro docentes fueron recibidas por el Gobernador de la provincia Osvaldo Jaldo, acompañado por Regino Amado, Susana Montaldo y Virginia Ávila. / CORTESÍA VALENTINA EGEA

Todas quieren que sus estudiantes conozcan la diversidad del país. “La Argentina no es sólo Buenos Aires ni sólo fútbol. Tenemos mucha historia y cultura para ofrecer al mundo”, dice Vidal.

“No sólo vamos a enseñar un idioma; vamos a mostrar quiénes somos y de dónde venimos. Queremos que se enamoren de la Argentina y de Tucumán”, expresan las becarias. Las cuatro comparten la juventud, la pasión por enseñar y las ganas de innovar en el aula. Coinciden en que este intercambio no sólo es una oportunidad profesional, sino también una forma de tender puentes culturales.

INTERCAMBIO CULTURAL. Cada una recibió mate, poncho y yerba para recordar sus raíces y compartir en Estados Unidos. / CORTESÍA VALENTINA EGEA

Sus destinos universitarios

En Oregón, Egea enseñará en Pacific University con la idea de conocer de cerca la tecnología y la realidad de las aulas estadounidenses, y de mostrar a sus estudiantes la película "El secreto de sus ojos". Reconoce que el apoyo de sus padres, Belén y Yiyo, y de su novio, Santiago, fue clave para llegar hasta acá.

María partirá hacia Northwest College, en Wyoming, con el objetivo de aprender de la dinámica de clase y derribar estereotipos. “Somos mucho más que Messi”, asegura, y agradece a sus padres, Miryam y Rubén, por acompañarla en cada paso.

Desde Simoca, Andrea Marcelo llevará su experiencia como docente de alta montaña hasta Bethany College, en West Virginia; dice sentir un profundo orgullo por representar a su comunidad y agradece a sus padres por alentarla a perseguir este sueño.

Y en Massachusetts, Vidal fue seleccionada por Amherst College, una institución considerada una “pequeña Ivy” por su excelencia académica: “Me llena de orgullo haber sido elegida”, afirma. Agradece a su familia y amigos, y deja un mensaje para otros jóvenes tucumanos: “sueñen a gran escala y anímense a tomar estas oportunidades”.