El economista Martín Redrado, ex presidente del Banco Central, expresó su preocupación por el reciente aumento en el tipo de cambio y la volatilidad del mercado, y lo atribuyó a una falta de planificación y coordinación en la política económica del Gobierno. Redrado enfatizó la necesidad de generar "señales de previsibilidad" para evitar que las fluctuaciones del dólar afecten los precios y la economía en general.

Tras la flexibilización del cepo cambiario y la implementación de un esquema de flotación controlada en abril, el dólar se mantuvo relativamente estable entre $1100 y $1200 hasta junio. Sin embargo, en julio, la divisa experimentó un incremento significativo, alcanzando los $1380 para la venta, aunque actualmente se sitúa en $1375. 

Este aumento se produjo tras la decisión del Ministerio de Economía de eliminar las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), lo que generó mayor volatilidad en las tasas de interés en pesos y, consecuentemente, impulsó la demanda de dólares como cobertura.

Críticas a la gestión económica

Redrado criticó la gestión de la liquidez por parte del Gobierno, al señalar que la inyección de aproximadamente $10 billones tras la eliminación de las LEFI provocó un aumento del 33% en la base monetaria. "Esto marcó una descoordinación entre el Banco Central y el sistema financiero", afirmó.

El economista también cuestionó la necesidad de una licitación exprés de títulos públicos para absorber pesos y frenar la subida del dólar, al calificarla de "improvisación" y advirtió sobre el impacto de la "suba violenta de tasas de interés".

Según Redrado, la incertidumbre en el mercado cambiario se debe a la falta de claridad en la estrategia del Ministerio de Economía. "No queda claro si se va a emitir o no, tampoco si estamos en un sistema de flotación absoluta, dentro de bandas, o si el Banco Central interviene", explicó.

Impacto en la inflación y perspectivas futuras

Redrado anticipó que la subida del dólar podría tener un impacto en la inflación, especialmente en productos con componentes importados como los automóviles. No obstante, consideró que el impacto en los alimentos podría ser menor debido a la caída en la demanda. "La gente no tiene plata. Las listas de precios han sido rechazadas por los supermercados", señaló.

De cara al futuro, Redrado subrayó la necesidad de una "hoja de ruta integral" para la economía argentina después de las elecciones, pero insistió en que la prioridad actual es brindar "señales de previsibilidad" para proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos.

Aunque algunas consultoras estimaron que la inflación de julio podría mantenerse por debajo del 2%, Redrado advirtió que el traslado a precios (pass-through) de la subida del dólar podría ser significativo en algunos sectores, aunque no generalizado.