El reconocido periodista de farándula José Miguel Villouta lanzó duras acusaciones contra la comediante Natalia Valdebenito, a quien responsabiliza directamente por el fin de su carrera televisiva.
La polémica comenzó en Instagram, luego de que Valdebenito compartiera un extracto de su participación en el podcast Las Monas. En los comentarios, un usuario le consultó por su examigo Villouta, ante lo cual la humorista respondió de forma tajante: “Está haciendo videos escondido, mientras yo trabajo dando cara”.
Esa frase bastó para que el ex conductor decidiera publicar su versión de los hechos. En su columna, Villouta aseguró que fue él quien impulsó la carrera de Valdebenito. La eligió para el programa Cabra Chica Gritona, la presentó en El Club de la Comedia y la apoyó en su llegada al Festival de Viña. “Porque le tenía un cariño inmenso”, explicó.
Sin embargo, según el comunicador, ese vínculo terminó en traición. “Fue capaz de invitar reiteradamente a personas a su programa con el objetivo de iniciar una campaña donde terminé siendo señalado como misógino y racista”, denunció.
Villouta indicó que la situación se desencadenó a partir de un tuit desafortunado sobre “gustos literarios mediocres”, el cual hoy reconoce como un error. Pero enfatizó en que el daño posterior fue irreversible: “Lo que hizo en su programa destruyó mi carrera de 20 años”.
Discriminación
En su relato, también abordó el contexto discriminatorio que, según él, vivía en la televisión chilena: “Un gay tenía que esforzarse tres veces más para recibir un tercio del sueldo. En Canal 13 estaba prohibido que los gays salieran en pantalla y eso mataba cualquier capacidad de negociación”.
“Estuve seis meses sin sonreír después de que se me cayeron dos dientes. Hoy no tengo dinero para comprarme anteojos para ver de lejos y así descansar viendo televisión. Solo tengo tres buzos negros. Si necesito cigarrillos, tengo que pedirle a alguien. No puedo ayudar económicamente a mi madre viuda y estamos vendiendo nuestra casa porque se nos está acabando el dinero. No sé qué va a pasar conmigo cuando tenga 60 años. No tengo dónde caerme muerto. Soy como una canción britpop”, reveló.
El comunicador también lamentó el distanciamiento con cercanas que formaron parte de su vida. “Después de casi una década, ninguna —ni Marcela Trujillo, ni Valeria Luna, ni Cote Cumplido— me ha llamado para saber cómo estoy”, expresó.
“Si solo una lo hiciera —menos Paloma Salas—, saltaría de felicidad y daría vuelta la página para recuperar los momentos hermosos que compartimos”, añadió.
Finalmente, confesó que el estigma asociado a su nombre incluso le impide formar nuevas relaciones personales o laborales: “Gracias a Valdebenito, si tengo una amiga, ni siquiera puedo sacarme una foto con ella, porque podrían trolearla. Si es jueza, por ejemplo, un diario podría titular: ‘Y es amiga de Villouta, el misógino’”, planteó.
“Siempre tengo miedo de que si me acerco a alguien, compre esa narrativa y también la pierda. Por eso no puedo entrevistar a intelectuales que admiro en mi radio. Mi sueño sería que Marisol García fuera la programadora, pero no puedo proponerla porque la mancharía, y un tesoro como ese se cuida”, concluyó.