En el fútbol, cada cambio de entrenador es como barajar y dar de nuevo. La ilusión se reinicia, los errores se borran (al menos por un rato) y el hincha vuelve a mirar con esperanza. En San Martín, esa carta nueva que llega al mazo suele traer suerte en la primera mano. Porque si algo quedó claro en los últimos 10 años, es que el “Santo” tiene una leve tendencia positiva cada vez que comienza un nuevo ciclo: más de la mitad de los entrenadores principales debutaron con una sonrisa.
Esta vez será Mariano Campodónico quien se siente por primera vez en el banco de suplentes. Y el desafío no es menor: su estreno oficial será frente a River, por los 16avos de final de la Copa Argentina. Un debut bravo, pero también ideal para dejar una huella inmediata. Porque el nuevo DT ya sabe lo que es el ambiente de La Ciudadela como jugador y sueña con hacerlo ahora como conductor.
Desde 2015 hasta hoy, San Martín cambió de entrenador principal en 10 ocasiones (sin contar interinos como Floreal García, Ariel Martos, en su etapa de 2018, ni a Alexis Ferrero). El balance de esos primeros partidos tiene una clara mayoría de estrenos auspiciosos: cinco victorias, cuatro empates y solo una derrota.
El primero en esa lista fue Diego Cagna, quien debutó oficialmente el 17 de abril de 2016 con un triunfo 2-1 contra Güemes en Santiago del Estero, con dos goles de Ramón Lentini. Luego llegó el turno de Rubén Forestello, que asumió en enero de 2018 tras la salida del propio Cagna. Su estreno fue también positivo: le ganó 1-0 a Los Andes en La Ciudadela y comenzó así el camino que devolvería al club a Primera.
Walter Coyette tomó las riendas en septiembre de 2018, luego del ascenso a la Superliga. Su presentación fue un empate 1-1 frente a Banfield. El único que arrancó con el pie izquierdo fue Ricardo Caruso Lombardi, que cayó 2-1 frente a Lanús en su primer partido oficial.
El ciclo de Favio Orsi y Sergio Gómez comenzó con un empate 0-0 frente a Argentinos en la Copa Argentina, aunque el “Santo” fue eliminado por penales 3-2.
Pablo De Muner, que llegó en medio de una reestructuración, igualó 2-2 contra Almirante Brown en su debut. Más tarde, Iván Delfino inició su etapa con una victoria 1-0 frente a Estudiantes de Río Cuarto. Pablo Frontini, su sucesor, también tuvo un estreno ideal: 2-0 a Patronato.
Finalmente, Diego Flores debutó con un ajustado pero merecido 1-0 contra Gimnasia de Jujuy. En tanto, Martos, el reciente técnico saliente, tuvo su debut oficial en este 2024 con un empate sin goles frente a Almagro.
Ahora será Campodónico quien tome la posta. Aunque el “Millonario” intimida, también ofrece una oportunidad dorada para cambiar el ánimo de un equipo que necesita reencontrarse con su esencia competitiva.
“Es un partido para disfrutar. Vamos a tratar de ir a jugarle, de presionarlo, de llevarlo a que cometa errores”, explicó el técnico, con una postura alejada del miedo escénico. “No quiero que nos metamos atrás, porque si lo hacés, lo perdés igual”, advirtió, sabiendo que la pasividad contra el equipo de Marcelo Gallardo suele ser condena segura.
“Sabemos que hay poco tiempo para preparar, pero vamos a dar pelea. River tiene jugadores de jerarquía, pero vamos a buscarlo”, anticipó el ídolo de aquel ascenso de 2008, con el desafío de moldear rápido una idea y convencer a sus jugadores de sostenerla incluso en contextos adversos.
"Sé que la gente va a volver si le demostramos que el equipo tiene el ADN que quieren", dijo Campodónico
Además del impacto deportivo, la Copa Argentina presenta una ventana emocional única: el premio simbólico de levantar cabeza, de mostrarse competitivo frente al país y de empezar a reconstruir el vínculo con el hincha. “Sé que la gente va a volver si le demostramos que el equipo tiene el ADN que quieren. Lo viví como jugador y ahora quiero vivirlo como técnico”, sostuvo, consciente de que San Martín no puede permitirse otra etapa gris.
Más allá del resultado, lo que estará en juego será la actitud, la identidad, la forma en que el equipo se para ante la adversidad. El rival es difícil, el momento también. Pero muchas veces, en noches como estas, los equipos encuentran razones para resurgir. “Hay que animarse, buscarlo con inteligencia. San Lorenzo le jugó con mucha gente en el medio y le hizo partido. Nosotros también tenemos jugadores para competir”, explicó Campodónico, analizando por dónde puede pasar el plan de juego.
La estadística le sonríe. La Copa le ofrece un escenario ideal. Y el presente, con todas sus sombras, necesita un sacudón. Campodónico lo sabe: más que un debut, este partido puede marcar el tono de todo su ciclo.