Una promesa de seguridad se convirtió en una pesadilla digital. La aplicación de citas Tea Dating, pensada como un espacio seguro para mujeres, fue hackeada por usuarios anónimos de 4chan, quienes accedieron a su base de datos y filtraron más de 72.000 fotos y 13.000 identificaciones oficiales de las usuarias.
La vulneración se dio a conocer este fin de semana y las consecuencias resultaron tan graves como inmediatas: imágenes privadas, selfis, documentos y hasta posibles ubicaciones están circulando libremente por la red. Todo esto, en una plataforma que aseguraba anonimato, verificación y privacidad como sus pilares fundamentales.
La falencia que lo expuso todo
Según confirmaron en Slingshot, la empresa propietaria de la app, los archivos no estaban encriptados ni protegidos adecuadamente. El acceso se logró a través de servidores abiertos y carpetas mal configuradas, que permitieron a los atacantes descargar toda la información sensible en menos de 24 horas.
Esto incluyó no sólo fotos de perfil y DNI, sino también nombres reales, comentarios internos y hasta registros que, según la app, debían autodestruirse tras la verificación.
La app se convirtió en blanco directo de comunidades de trolls en 4chan, muchos de los cuales están abiertamente en contra de herramientas diseñadas para mujeres o pensadas con perspectiva de género. La filtración masiva se viralizó rápidamente y generó repudio en las redes sociales, al tiempo que activistas digitales exigen respuestas legales y éticas urgentes.
¿Qué era Tea Dating y por qué se popularizó?
Antes del hackeo, Tea Dating había logrado posicionarse como una de las apps de citas más virales de 2025, con más de 4 millones de usuarias activas en sólo semanas. Su premisa era simple, pero potente: crear una red segura para mujeres donde estas pudieran calificar a las potenciales parejas antes de salir con ellas.
Funcionaba como un espacio de "inteligencia colectiva emocional": allí las usuarias compartían experiencias; advertían sobre conductas tóxicas o infidelidades, y construían una suerte de “TripAdvisor para citas”. ¿Salís con alguien nuevo? En Tea Dating podías saber si esa persona ya estaba en pareja; tenía historial de abuso emocional o simplemente era un ghoster serial.
Una de sus claves era que sólo podían ingresar mujeres verificadas, que debían subir una selfi y un documento para autenticar su identidad. Irónicamente, ese mismo sistema de verificación fue lo que terminó exponiendo a las usuarias, al no estar protegido como correspondía.
¿Y ahora qué?
Desde la app aseguran estar trabajando con expertos en ciberseguridad para intentar contener la filtración, aunque reconocen que el daño ya está hecho. También prometieron nuevas medidas de protección y aseguran estar notificando a todas las personas afectadas.
Pero el impacto va más allá de lo técnico. Este caso pone en jaque la confianza en plataformas que se supone deben enfatizar la seguridad digital, sobre todo por están dirigidas a mujeres que ya enfrentan mayores riesgos de exposición, acoso y violencia online.