A pesar del cielo encapotado y del frío, la esquina de Laprida y San Martín fue el punto de encuentro de unos 160 mozos y camareras que participaron de una nueva edición de la Maratón organizada por la seccional tucumana de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra).

Antes de las 10 comenzaron las acreditaciones. La largada fue precedida por una clase de zumba que reunió a los participantes en una coreografía colectiva que sirvió como precalentamiento. Cada corredor sostuvo una bandeja con dos latas de gaseosa y, en algunos casos, una botella de agua adicional. Las reglas fueron claras: no correr, no estorbar al compañero y llegar sin perder el equilibrio.

La carrera se dividió en cuatro categorías: hombres de 45 a 50 años; mujeres y hombres hasta 40 y una categoría libre también para varones. En cada una se entregaron tres premios: el primero fue de un millón de pesos, el segundo de $800.000 y el tercero de $500.000.

¡Dale, papá!

Uno de los momentos más emotivos lo protagonizó Javier Ramírez, de 30 años, quien se quedó con el tercer puesto de su categoría. Su hija Ámbar (cinco años) lo acompañó todo el trayecto al grito de “¡Dale, papá! ¡Dale, que ganás! ¡Vamos, papi!”. La pequeña contó que el año próximo volverá a alentarlo junto a su mamá y su hermano, que está en camino.

“El año pasado salí segundo y mi hija siempre me alienta. Me contó que en el jardín hace su propia carrera de mocitos, agarra la bandeja y da vueltas”, relató Ramírez, que trabaja como mozo desde los 18 años.

En esa misma categoría, Rodrigo Vercellone ganó el segundo premio y el primer lugar fue para Hernán Rocha.

Entre las mujeres, Leila López obtuvo el tercer puesto; María Cecilia Molina, el segundo lugar y Cynthia Vargas se quedó con el primer premio. Lourdes Díaz, de 24 años, participó por primera vez. Llegó desde Yerba Buena y estuvo acompañada por tres compañeras de la cafetería donde trabaja. “Lo hago por diversión”, aseguró.

Cintia Danert, de 27 años, se definió como competitiva y bromeó: “Es mi primera vez. Creo que las mozas viejas son muy ágiles, así que van siempre por delante”. Constanza Lorenzo, con 20 años de oficio, reveló que el premio podría servirle para afrontar un tratamiento médico para su hijo. “Corro por mi hijito y por las deudas”, confesó, con una sonrisa.

Adriana Navarro (40 años) también formó parte de la competencia. “Es la segunda vez que participamos junto a Constanza, el año pasado quedé en séptimo lugar. Vine a ganar pero hay muchas chicas jóvenes, eso es una ventaja para ellas y lo veo complicado. Con solo participar soy feliz”, dijo entre risas.

DESPUÉS DE ZUMBA. Los trabajadores se ubicaron en el arco de largada donde hicieron un precalentamiento con baile guiados por una profesora.

Hermanos que corren

En otra de las categorías, Luis Sánchez se llevó $500.000, Ulises Vega quedó en segundo lugar y Walter Gómez obtuvo el primer premio.

En la categoría libre, Carlos Quiroga obtuvo el tercer lugar, José Barreiro fue segundo y Sergio Sánchez, de 44 años, repitió el primer puesto que había alcanzado el año pasado.

Sergio estuvo acompañado por su esposa y por sus hijos, Ariadna (24) y Bautista (14). “Hace 20 años que trabajo en la gastronomía. Empecé como bandejero, pasé a la cocina y finalmente como mozo. El año pasado gané en mi categoría el primer lugar de $350.000, también participé en Catamarca donde me llevé el segundo lugar”, contó. “Si me invitan a la carrera en Termas de Río Hondo, seguramente iré”, adelantó contento. Luis, también resultó premiado en la carrera de 2024. “Tuve el segundo lugar esa vez y ahora llegué tercero”, celebró con un abrazo a su hermano.

Su hija celebró la victoria con humor: “Vinimos a acompañar a mi papá y a mi tío, con fe. Le dije que si gana, quiero que me compre ropa”.

COLEGAS. Un joven mozo junto a Carlos García, con 40 años de oficio.

La “Copa Mozos”

Esta tradición divertida que frena a los transeúntes y convoca a los curiosos, lleva casi 20 años de celebraciones. Los ganadores de las categorías suelen viajar a otras ciudades a competir junto a sus colegas y se lleva a cabo una final en Buenos Aires. En los próximos días se disputará la maratón en Termas de Río Hondo.

BANDEJA EN ALTO. Una competidora celebra su llegada a la meta.

Dulzura en la carrera

Las alumnas ofrecieron sus creaciones de pastelería

Durante la carrera, un stand de chocolate caliente, pastafrolas, tartas de dulce de cayote y alfajores de membrillo se convirtió en una de las atracciones más visitadas. El gazebo fue atendido por alumnas de los cursos de cocina del gremio gastronómico, que compartieron sus preparaciones con las familias de los corredores y el público.

“Durante el año recibimos a más de 2.000 alumnos en los distintos cursos que dictamos”, explicó Natalia Fagioli, profesora y coordinadora del área de capacitación de cocina. “Damos clases de panadería, pastelería y masas finas, entre otras. Dictamos cursos cortos de alto impacto y otros de hasta 80 horas cátedras”, detalló.

Fagioli destacó que en repostería no hay lugar para la improvisación. “Lo que no debe faltar es la balanza. Se puede innovar, pero siguiendo las reglas y respetando las proporciones”, explicó.

La primera vez inolvidable

A los 64 años, participó animado por sus jefes

Carlos García, de 64 años, recibió un premio de $500.000 por participar por primera vez en la maratón de mozos. Trabaja desde hace cuatro décadas en el restaurante de un hotel frente a la plaza Independencia y decidió inscribirse este año motivado por sus compañeros y jefes. Casado y padre de dos hijas de 22 y 27 años, contó que no es abuelo todavía.

“Es un buen incentivo el premio mayor”, dijo antes de largar. “No pude calentar con ejercicios porque tengo un problema en una pierna, así que haré la carrera caminando”, explicó.

A pesar de las dificultades, García valoró el presente del oficio: “Este año las propinas mejoraron. Llegamos a juntar más de $40.000 cada uno porque las dividimos por igual”, señaló. Su llegada a la meta, último en su categoría pero no menos aplaudido, emocionó a muchos en el evento.

Una actividadque crece

Una carrera que suma mozos de otras provincias

“La carrera lleva alrededor de 20 ediciones en Tucumán y cada año tiene más éxito y más concurrencia”, afirmó Enrique Altier, secretario general de Uthgra Tucumán. La tradicional maratón de mozos y mozas solo fue suspendida durante la pandemia y hoy convoca a trabajadores de toda la región.

A pesar de que muchos están en horario laboral, no dudan en sumarse. “Llegaron participantes desde el interior de la provincia, como Concepción, y también compañeros de Catamarca y Santiago del Estero”, agregó Altier. Además, los representantes de Termas de Río Hondo invitaron a los tucumanos a competir en su próxima edición en agosto.

Esta competencia se realiza en distintos puntos del país como una forma de celebrar y visibilizar el trabajo de camareros, con premios importantes y una fuerte participación del gremio gastronómico.