El legislador del Partido por la Justicia Social (PJS), Alfredo Toscano, expresó su profunda preocupación por la decisión de remover el adoquinado histórico en Barrio Sur. A través de un comunicado, advirtió que esta intervención de la Municipalidad capitalina pone en riesgo un valioso patrimonio urbano con más de un siglo de historia.
“San Miguel de Tucumán no puede darse el lujo de perder lo que no se puede recuperar”, sostuvo Toscano, al cuestionar los trabajos que se están llevando a cabo con el argumento de solucionar “hundimientos”. Para el legislador, esos problemas tienen soluciones técnicas que no requieren destruir el adoquinado. “Se puede levantar, nivelar el terreno y volver a colocar los adoquines, como se hace en cualquier ciudad que respeta su historia”, afirmó.
Toscano subrayó que el adoquinado no es simplemente un tema estético o funcional, sino parte de la identidad de la ciudad. “No se trata solo de piedras. Se trata de patrimonio, de memoria, de la fisonomía que nos hace únicos entre tantas ciudades sin rostro”, expresó. Y agregó: “Caminar sobre adoquines es sentir el paso de generaciones, las luchas, los festejos, los silencios de una ciudad con alma”.
El legislador destacó que muchas ciudades del mundo, como Lisboa, París, Quito o La Habana, cuidan y restauran sus adoquines antiguos, mientras que en Tucumán se los remueve sin consulta ni planificación. “No podemos permitir que una solución fácil y apresurada arrase con lo que nos hace distintos”, advirtió.
Además del valor cultural e histórico, Toscano resaltó los beneficios ambientales y de sostenibilidad que ofrecen los adoquines: mayor absorción del agua de lluvia, menor temperatura urbana y mayor durabilidad. “Destruir es más barato, pero conservar es más sabio”, apuntó.
Planteo
En su propuesta, el legislador pidió:
- Detener de inmediato la remoción de los adoquines históricos.
- Realizar una auditoría técnica con participación de expertos en patrimonio, urbanismo y obras públicas.
- Promover la restauración en lugar de la eliminación.
- Abrir un proceso de consulta ciudadana y participación pública.
- Legislar para proteger formalmente el adoquinado histórico de San Miguel de Tucumán.
Finalmente, Toscano concluyó: “Reparar no es demoler, y modernizar no es olvidar. Si sacamos los adoquines, perdemos algo que no se puede reponer: la historia que vemos y sentimos todos los días cuando caminamos por barrio Sur. Tucumán merece una ciudad que avance, sí, pero sin borrar su alma”.