En las afueras de Santiago del Estero, en el picódromo junto a la ruta 9, Lalo Ibáñez llegó con una sonrisa amplia y rodeado de sus sobrinos, quienes le regalaron las entradas y organizaron el viaje para verlo vivir una nueva jornada de pasión por Atlético. A los 57 años, Lalo celebró este regalo de cumpleaños adelantado, con el corazón puesto en el encuentro por los 16avos de final de la Copa Argentina frente a Boca.

“Hace tiempo venimos organizando todo”, contó Lalo. “Ellos son familia mía, me invitaron y gracias a ellos estoy acá para ver el partido”, señaló. El viaje fue pensado y coordinado con cuidado, a pesar de que Lalo trabaja de manera independiente como albañil. “Dejé alguna obra sin terminar, pero la terminaron después cuando pasó todo esto. Gracias a Dios estoy bien y me siento muy bien aquí, compartiendo con la familia y los compañeros.”

El amor por Atlético corre fuerte en su sangre y se refleja en la alegría de compartir la experiencia con sus seres queridos. “Justo cumplo años el 29 y este es un regalo que no tuve que pagar, porque me lo dieron ellos”, dijo emocionado.

Sobre el partido, Lalo mostró confianza y esperanza: “Pusineri lo está armando muy bien, me gusta el esfuerzo del equipo. Tengo mucha fe en que ganamos. No importa cómo, pero quiero que el ‘Deca’ vuelva con la victoria.”

Para Lalo, esta no es solo una salida al fútbol, sino una fiesta familiar que fortalece la pasión y el sentido de pertenencia. Un regalo que quedará para siempre en su memoria.