Tucumán lidera el ranking nacional de donación de órganos por millón de habitantes, un dato que no surge de la casualidad, sino de un trabajo constante, comprometido y profundamente humano. Carlos Eckart, jefe de la Unidad de Procuración y Trasplante del Hospital Padilla -institución donde se realizan todas las intervenciones en la provincia-, lo resume a LA GACETA con una frase: “La provincia es una sociedad donante”. 

“Este logro es un orgullo enorme para todo el personal de salud y para la sociedad tucumana. Es la expresión de un trabajo institucional que se apoya en la formación permanente del recurso humano, y sobre todo en el compromiso de las familias que, incluso en momentos de profundo dolor, deciden acompañar los procesos de donación”, explicó en diálogo con LG Play.

Según el especialista, esta realidad también refleja una transformación cultural. “Desde hace algunos años, observamos que Tucumán tiene una comunidad generosa, que responde positivamente ante la donación. Estadísticamente, siempre estamos entre los primeros lugares del país”.

La implementación de la Ley Justina, que establece que todos los mayores de 18 años son donantes salvo que hayan expresado lo contrario, fue un cambio de paradigma. “La ley alivió una enorme carga emocional para las familias, porque ya no tienen que tomar esa decisión en un momento tan crítico. La voluntad queda en manos de la persona fallecida”, señaló. Aun así, resaltó que quien decida no ser donante puede manifestarlo y, en caso de necesitarlo, acceder a un trasplante. “La ley respeta la autonomía individual. No excluye del sistema a nadie que lo necesite”.

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El impacto de los accidentes viales

Una parte incómoda pero real de este fenómeno tiene que ver con las causas de las muertes que permiten la donación de órganos. “Muchos de los casos provienen de traumas neurológicos, como los que se producen en accidentes de tránsito, especialmente de motociclistas sin casco”, indicó el médico. Y aunque reconoció una leve mejora en el uso de medidas de protección, “todavía falta mucho por concientizar”.

En el Hospital Padilla, por ejemplo, se publicaban años atrás cifras alarmantes: hasta un 80% de los ingresos por accidentes eran motociclistas sin casco.

Un camino a seguir en el NOA

Mientras Tucumán marca el rumbo, otras provincias del norte aún tienen desafíos por delante. “Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Catamarca tienen tasas bajas de donantes por millón de habitantes. Es necesario que fortalezcan sus instituciones y capaciten a su personal para desarrollar sus programas de procuración”, puntualizó Eckart.

En ese sentido, cada jurisdicción cuenta con su propio organismo equivalente al CUCAI, que coordina los procedimientos locales y garantiza que los pacientes tengan acceso al sistema nacional de trasplantes.