Tener plantas en casa es una forma de conectar con la naturaleza, relajar la mente y dar vida a cualquier espacio. Pero no todos tienen el tiempo (ni la paciencia) para dedicarles demasiados cuidados. Para quienes buscan una opción práctica, estética y casi indestructible, los cactus son una elección perfecta.

Estos pequeños gigantes del mundo vegetal son originarios de zonas desérticas, por lo que están preparados para sobrevivir con muy poca agua y bajo el sol intenso. En Tucumán, donde el clima puede variar mucho entre estaciones, se adaptan sin problemas a interiores luminosos o balcones soleados.

¿Por qué tener un cactus en casa?
Además de ser casi inmortales si se los deja en paz, los cactus aportan un toque moderno y minimalista a la decoración. Existen de formas y tamaños diversos, y algunos incluso florecen, regalando sorpresas de colores vibrantes en medio del invierno o la primavera.

Tips básicos para cuidarlos bien:

Luz: amán la claridad. Ubicalos cerca de una ventana o en espacios donde entre luz natural.

Riego: una vez cada 10 a 15 días en invierno. El exceso de agua es su principal enemigo.

Maceta: mejor si es de barro, con buen drenaje.

Suelo: usan tierra arenosa, especial para suculentas.