Hace un siglo, la región de Atacama en Chile fue sacudida por uno de los eventos sísmicos más devastadores de su historia. Un terremoto de proporciones cataclísmicas dejó una estela de destrucción y desolación. Aunque han pasado 100 años de aquel fatídico día, los detalles exactos de lo que realmente sucedió y el alcance total de su impacto siguen envueltos en un velo de misterio.
Cayó nieve en el desierto más seco del mundo en Chile: las impactantes imágenesLa magnitud del desastre fue tal que sus consecuencias resonaron mucho más allá de las fronteras chilenas. A medida que el centenario se acerca, resurgen preguntas sobre la verdadera escala de este fenómeno natural. ¿Qué incógnitas persisten sobre el gran terremoto que destruyó Atacama hace un siglo? Y, ¿por qué este devastador suceso sigue siendo un misterio?
¿Por qué el terremoto de Atacama aún guarda secretos?
El 10 de noviembre de 1922, a las 23:55, la tierra tembló violentamente en la región de Atacama. Los sismógrafos de la época registraron un evento de gran magnitud, estimado inicialmente en 8.5, con un epicentro cercano a Vallenar, a unos 50 kilómetros de la costa.
Sin embargo, las mediciones actuales, basadas en estudios de ondas sísmicas, sugieren que la magnitud real podría haber sido aún mayor, alrededor de 8.6, lo que lo convertiría en el cuarto terremoto más grande en la historia de Chile.
La principal razón del misterio radica en la escasez de información oficial y documentada. La geografía del lugar, sumado a la rudimentaria infraestructura de la época, dificultaron una evaluación precisa del impacto.
Los testimonios orales, si bien valiosos, varían y no hay un consenso claro sobre el número de víctimas o el alcance exacto de la destrucción en todas las localidades. Se sabe que el terremoto fue superficial, lo que maximizó el daño, y generó un devastador tsunami que golpeó las costas de Coquimbo y Chañaral, e incluso alcanzó lugares tan lejanos como Hawái y Japón. La falta de registros detallados de los pueblos costeros arrasados contribuye a la incertidumbre.
¿Cuáles fueron las consecuencias y las incógnitas del terremoto en Atacama?
El terremoto provocó un tsunami que devastó las costas de Atacama y Coquimbo. Las olas, de hasta 9 metros de altura en algunos puntos, ingresaron varios kilómetros tierra adentro, arrastrando embarcaciones y destruyendo poblaciones enteras como Caldera, Chañaral y Coquimbo.
Se estima que el número de muertos por el tsunami fue de 300, una cifra que podría ser mayor debido a la pérdida de registros. En total, las víctimas fatales del sismo y el tsunami se cifran en cerca de 1.000, aunque este número sigue siendo una estimación.
Más allá de las cifras, el misterio se profundiza en los detalles de la falla geológica responsable. Se presume que el evento fue causado por la subducción de la Placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana, pero la extensión exacta de la ruptura y si esta fue una ruptura simple o compuesta (donde varios segmentos de falla se rompieron) aún se debate.
Además, la ausencia de mediciones de deformación del terreno antes y después del sismo (algo que hoy se hace con GPS) impide comprender con precisión cómo se liberó la energía y qué implicaciones tiene para futuros eventos sísmicos en la zona. Cien años después, el terremoto de Atacama sigue siendo un recordatorio de la fuerza implacable de la naturaleza y de los desafíos que la ciencia enfrenta al reconstruir eventos del pasado con datos limitados.