Los coches plaza tirados a caballo, también llamados victorias, “mateos” (por la obra de Armando Discépolo) y también “degüellos”, fueron la normal forma de transporte en San Miguel de Tucumán en el primer tercio del siglo XX. En “Época de los carruajes” (01/10/97) cuenta Carlos Páez de la Torre (h) que en 1916 había 32 autos particulares y 16 de alquiler, contra 282 carruajes de alquiler y 80 particulares.

Después llegaron los tranvías y los ómnibus pero las victorias con sus conductores de sombrero siguieron dando servicio hasta fines de los años 50, cuando una ordenanza les prohibió ingresar dentro de las cuatro avenidas. Algunos quedarían dando servicios en el Mercado de Abasto hasta principios de los 70.

Recuerdos fotográficos: jugando con bolos asturianos

Había una parada en calle Las Heras (hoy San Martín) y 25 de Mayo, muy cerca de la Casa de Gobierno. Precisamente en esa esquina ocurrió el accidente del 14 de febrero de 1946, que separó Gustavo Grupalli. Ocurrió a las 13 y el coche plaza, que conducía Miguel Bohorquez, de 70 años, por 25 de Mayo hacia el sur, fue embestido por el ómnibus de la línea G que conducía Manuel Díaz Alférez por calle Las Heras. La crónica relata que Bohorquez fue despedido y se golpeó la cara en el pavimento. Las pasajeras Nenia y María Reinaga también cayeron al pavimento, sin sufrir daño alguno. Los transeúntes acomodaron el coche volcado, llevaron al conductor, inconsciente, al hospital Padilla y también auxiliaron al caballo que había quedado tendido en el pavimento.