Hay goles que quedan grabados en la memoria colectiva de un país. El segundo gol de Diego Maradona a Inglaterra en el Mundial de 1986, en el Estadio Azteca, es uno de ellos. Pero 15 años antes, ese mismo escenario fue testigo de otra proeza argentina frente al mismo rival. No fue Diego, sino Elba Selva, la número diez de la Selección femenina, quien escribió una página gloriosa al convertir cuatro goles en un mismo partido ante Inglaterra, el 21 de agosto de 1971. Con ese hito, Selva y sus compañeras dejaron una huella indeleble que, medio siglo después, comienza a recibir el reconocimiento que merece.

Una pasión que nació en los potreros

Elba nació en Villa Lugano, en un contexto en el que las mujeres que jugaban al fútbol eran miradas con recelo. Su padre, Alberto, fue quien le enseñó a patear la pelota; su madre, Porfiria, prefería verla en una cancha de básquet. Pero Elba insistía. Jugaba con los varones en la calle, pese a los comentarios y a la desaprobación de la época. “Me dolía, pero no me importaba. Me gustaba jugar”, contó años después.

El destino quiso que una compañera de básquet, impresionada por un zurdazo que Selva dio en plena cancha, la invitara a sumarse a un equipo de fútbol femenino. Aquella mujer era Eva Lembesis, quien luego sería su compañera en el Mundial de 1971. Así empezó todo: con camisetas prestadas de River y Boca, giras por el interior del país y partidos a los que la gente pagaba por ver a esas mujeres romper prejuicios a puro talento.

El Mundial de 1971: sin técnico, sin botines, con coraje

Cuando a Elba le llegó la propuesta para disputar un Mundial en México, ya tenía 26 años, estaba casada y tenía un hijo. Su marido, Raúl, fue quien la animó a vivir esa experiencia que marcaría su vida para siempre. Así fue como, junto a otras 16 mujeres conocidas como Las Pioneras, viajó a un torneo que, aunque no fue reconocido por la FIFA, tuvo una dimensión histórica innegable.

La Selección Argentina femenina llegó sin entrenador, sin médico y sin botines. “Jugábamos con zapatillas Flecha. Nos regalaron los botines allá, en México”, recordó Elba. Y aunque era la primera vez que los usaban, Selva convirtió cuatro goles con ellos en un partido inolvidable frente a Inglaterra, en el estadio Azteca, ante más de 80 mil personas.

El partido que hizo historia

Aquel 21 de agosto, Argentina goleó 4 a 1 a Inglaterra. Selva, que empezó el partido como volante, fue adelantada por su compañera Betty García y pasó a jugar de delantera. Desde esa posición, recibió cada pase con decisión y convirtió los cuatro goles del encuentro. “Cuando hice el primero, me fui para la derecha y con la zurda la tiré al primer palo. Miré a la tribuna y todos gritaban ‘¡Ar-gen-ti-na!’. Sentía que se me aflojaban las piernas, pero no paraba de correr”, recordó con emoción.

Esa hazaña, ocurrida 15 años antes del gol de Maradona al mismo rival y en el mismo estadio, quedó enterrada durante décadas. Elba nunca presumió su logro. Recién muchos años después, gracias al trabajo de la exarquera Lucila Sandoval, la historia de Las Pioneras volvió a emerger. Hasta sus propios vecinos y colegas en el polideportivo de General Rodríguez, donde trabajaba, desconocían que alguna vez había sido mundialista.

¿Quién es Elba Selva?: la mujer que le hizo cuatro goles a Inglaterra en el Azteca antes de Maradona

El legado de Elba Selva

El Mundial de 1971 terminó con Argentina fuera del podio, pero con una victoria simbólica inmensa. Elba no volvió a jugar profesionalmente, pero su historia quedó como un faro para las generaciones siguientes. En 2019, el 21 de agosto fue declarado Día de la Futbolista Argentina, en homenaje a su gesta.