En 1995 Michel Mayor y Didier Queloz detectaron un planeta fuera del Sistema Solar (exoplanetas). Por esto les dieron el Premio Nobel en 2019. Sin dudas fue uno de los descubrimientos más importantes de los últimos años en la astronomía.
El tema despertó tanto interés que muchos telescopios se dedicaron a buscar exoplanetas y se desarrollaron misiones espaciales con el mismo fin. En 30 años se han confirmado casi 6.000 exoplanetas y hay un número similar que esperan confirmación.
Recientemente con el Telescopio Espacial James Webb (JWST) se obtuvo la imágen de un exoplaneta. Quizás esto resulte sorprendente, pero muy pocos exoplanetas se han visto en las imágenes. La mayor parte de las detecciones se hicieron de manera indirecta. Hay varias técnicas para hacerlo.
Una de estas técnicas consiste en medir el brillo de la estrella. Cuando el planeta pasa delante de ella el brillo de la estrella disminuye. Esta variación es pequeña por lo que se necesitan instrumentos sensibles para hacerlo. Es una técnica muy versátil porque se puede estimar el tamaño del exoplaneta y si el sistema tiene varios planetas se puede saber cómo es el sistema completo. Esta es la técnica de los tránsitos.
La Tierra, como los otros planetas del Sistema Solar tiene una órbita elíptica (levemente ovalada) alrededor del Sol, y el Sol no está en el centro de la elipse. El Sol y La Tierra giran alrededor del centro. Si lo viésemos de lejos veríamos que el Sol tiene un movimiento de ida y vuelta. Lo mismo ocurre con los exoplanetas y sus estrellas. Entonces midiendo el movimiento de la estrellas se puede determinar si tiene exoplanetas. Esta es la técnica de la velocidad radial.
Estas y otras técnicas necesitan de un gran trabajo de procesamiento de las imágenes para poder detectar los exoplanetas.
Hace tiempo que se trata de verlos en las imágenes. Los planetas no emiten luz y las estrellas sí, eso hace que no se los pueda ver. Para poder “ver” la imagen del exoplaneta hay que eliminar la luz de la estrella. Para ello se usa una máscara que tapa la estrella, es como un eclipse de Sol, pero de la estrella. Esta es la primera vez que se logra hacer eso con el JWST y se descubrió un planeta del tamaño de Saturno. Esta técnica ya se había usado con telescopios terrestre pero se descubrieron planetas mucho más grandes. Hay que aclarar que las imágenes deben ser procesadas para que el exoplaneta se pueda ver.
El procesamiento de imágenes astronómicas es muy delicado porque se trabaja con objetos que son poco brillantes. Es un trabajo apasionante porque a medida que se procesa van apareciendo cosas que no se ven en la imagen original. A veces se sabe lo que se busca, pero muchas veces aparecen cosas que no se esperan. Se requiere mucho cuidado y a veces lleva mucho tiempo, incluso años, llegar al resultado final. Esto es lo apasionante de la astronomía observacional.