El tucumano Julio Argentino Roca fue uno de los mejores presidentes que tuvo nuestro país, ferviente impulsor del desarrollo y la educación. Durante su gobierno se sancionó la ley de educación obligatoria, gratuita y laica en todo el país, lo que permitió brindar iguales oportunidades a todos. El desarrollo llegó de la mano de los ferrocarriles, la construcción de puertos y expansión de la agricultura. El General Roca impulsó la presencia Argentina en la Patagonia y consiguió firmar el tratado de límites de 1881, lo que puso fin a las pretensiones chilenas, ratificando nuestros derechos posesorios sobre ese enorme territorio. Curiosamente fue en ese lugar donde nació Néstor Kirchner, autor, junto con su entorno, de la mayor historia de corrupción del mundo, tal cual lo determinó la justicia Argentina. Por increíble que parezca, en un acto de obsecuencia política y de total desprecio por nuestro prócer, el entonces intendente de nuestra capital, Domingo Amaya procedió a cambiar el nombre de gran parte de la avenida Roca por el del ex presidente kirchnerista fallecido. Es por ello que resulta imprescindible y urgente, proceder al desagravio y reconocimiento de aquel tucumano que hizo grande esta tierra, restituyendo el nombre de Gral. Julio Argentino Roca a toda la avenida y también retirar cualquier denominación Kirchner de los espacios públicos, como la avenida de Lomas de Tafí o un sanatorio en nuestra ciudad. A futuro debería considerarse un mínimo de tiempo, post mortem antes de denominar sitios públicos.

Elena Mainardi, Ricardo Sanz, Horacio Martínez, Luis Vides Almonacid, Horacio Saleme, Patricio Castellanos, Pablo Cotella y otros miembros del Grupo Independencia