Cuando llega el invierno y las temperaturas bajan, también aumentan los casos de resfríos, gripes y otras afecciones respiratorias. En este contexto, muchas personas recurren a infusiones naturales como una forma sencilla y efectiva de ayudar al organismo a mantenerse fuerte. Aunque no reemplazan tratamientos médicos, ciertos ingredientes —como el jengibre, la cúrcuma o el limón— tienen propiedades científicamente comprobadas que pueden contribuir a fortalecer el sistema inmunológico.
Jengibre: el clásico antiinflamatorio
El jengibre (Zingiber officinale) es una raíz originaria del sudeste asiático utilizada desde hace siglos en la medicina tradicional. Contiene gingerol, un compuesto bioactivo con efectos antiinflamatorios, antioxidantes y antivirales, según estudios publicados en revistas como International Journal of Preventive Medicine.
Preparar una infusión con rodajas de jengibre fresco, agua caliente, miel y limón no solo alivia la garganta, sino que también puede ayudar a combatir infecciones leves del tracto respiratorio.
Cúrcuma: la “especie dorada”
Conocida por su color intenso y su uso en la cocina india, la cúrcuma (Curcuma longa) contiene curcumina, otro potente antiinflamatorio natural. Un estudio de la Journal of Clinical Immunology sugiere que la curcumina puede modular respuestas inmunológicas y reducir la inflamación crónica.
Para aprovechar sus beneficios, se recomienda combinarla con pimienta negra (que mejora la absorción de curcumina) y una bebida caliente como leche vegetal o agua. La infusión de cúrcuma con jengibre es una de las más populares durante los meses fríos.
Limón y miel: un dúo tradicional y efectivo
El limón es una fuente importante de vitamina C, que desempeña un papel clave en el funcionamiento del sistema inmunológico. Aunque no cura el resfriado común, consumir vitamina C puede ayudar a acortar su duración, como señala el National Institutes of Health (NIH) de Estados Unidos.
La miel, por su parte, tiene propiedades antimicrobianas y calmantes. Una revisión publicada en Cochrane Library encontró que puede ser más eficaz que algunos jarabes comerciales para aliviar la tos nocturna, especialmente en niños mayores de un año.
Una infusión de limón caliente con una cucharadita de miel es un remedio casero simple, sabroso y con respaldo científico.
Otras infusiones útiles
Té verde: contiene polifenoles y catequinas que actúan como antioxidantes y pueden tener efectos antivirales.
Canela: ayuda a mejorar la circulación y posee propiedades antimicrobianas.
Más allá de la taza
Incorporar infusiones naturales a la rutina diaria puede ser un hábito beneficioso en invierno, siempre y cuando se complemente con una alimentación equilibrada, actividad física, buen descanso y la consulta regular con profesionales de salud.
En tiempos donde el autocuidado cobra más importancia que nunca, volver a lo natural puede ser una forma reconfortante de protegerse, una taza caliente a la vez.