Bajo un cielo iluminado por luces y banderas, y con el corazón vibrando al ritmo de zambas, chacareras y canciones que atraviesan generaciones, miles de tucumanos se sumaron anoche a los festejos previos al Día de la Independencia en la plaza Independencia.
Entre artistas nacionales y talentos locales, el centro se transformó en un escenario a cielo abierto en el que se mezclaron la historia, el orgullo y la alegría popular.
El escenario principal se montó frente a la Casa de Gobierno, engalanada con banderas argentinas y enormes pantallas digitales que enmarcaron el espectáculo que duró hasta la madrugada.
Un recuerdo para siempre
Los festejos recién se iniciaban frente a Casa de Gobierno. El fervor de 600 bailarines de toda la provincia que participaron del espectáculo “Danza de la Independencia” se hacía sentir para celebrar el 209º aniversario de la patria. A unas cuadras de ese panorama, Samira caminaba por los adoquines de la Casa Histórica. Su pequeña figura de dos años y siete meses, llamaba la atención gracias a su brillante vestido rosa de dama antigua que enterneció a todos los que pasaban al lado. Su destino era la plaza Independencia y su mamá, Leila, contó: “Somos de la Banda de Río Salí y es la primera vez que venimos. Su abuela Zulma vive en la Capital y fue suya la idea, no tan sólo de participar, sino también de vestir de esta forma a Samira”. Ella observaba con atención como nieta y abuela caminaban de la mano, e intentaba tomar fotografías que más adelante la hicieran rememorar este momento. “Se la ve súper contenta. Ella está feliz y este es un recuerdo que nos va quedar para toda la vida”, sostuvo.
“Honrar lo que somos”
Otros que llegaron por primera vez al gran show que palpitó la fiesta de la Independencia, fue el grupo folclórico Los Vidaleros, cuyos integrantes viajaron desde Concepción para debutar en el escenario de la plaza Independencia. “La verdad que fue algo hermoso, algo soñado. De chico lo veía por la televisión, y para mí es un sueño poder estar cantando para todos los tucumanos, para nuestra tierra”, comentó su cantante Benjamín Paradi. El joven contó que apenas subieron al escenario los nervios desaparecieron. “La gente fue increíble, los tucumanos nunca decepcionan. Por eso a mi gente la llevo en el corazón. Vamos a cumplir dos años como grupo y ya estamos en un escenario tan grande. Gracias a Dios y la Virgen, la gente nos pone donde estamos”, remarcó. Sobre el futuro, Paradi adelantó: “Este año vamos a celebrar nuestro aniversario con un show en el teatro y seguiremos con giras por San Juan y San Luis”. Y se despidió con un mensaje para esta fecha: “Honremos lo que somos los argentinos, los tucumanos; cuidemos nuestra tierra, que tenemos muchísimas cosas lindas y gente buena. Honrar y cuidar lo nuestro es lo más importante”.
“Esta fiesta nos moviliza”
Desde Lomas de Tafí llegó Jessica Farías, una fan incondicional de Soledad Pastorutti: “Hace 30 años que la sigo, desde que comenzó. Estar acá en el Día de la Independencia siguiendo a mi cantante favorita me emociona mucho porque esta es una fiesta que toca con fuerza los sentimientos de los tucumanos y los argentinos”, reflexionó. Feliz de poder volver a ver a la cantante que admira y sigue desde niña, la mujer contó que salió de su trabajo en un estudio contable y se acercó a las 16.30 a la plaza para esperar un espectáculo que no decepcionó. “La Sole es para mí el mayor exponente de nuestro folklore, pero también quiero disfrutar a los otros grandes artistas que se presentan esta noche por lo que pienso quedarme hasta el final”, sentenció.
Festival del 9 de Julio en Tucumán: artesanos, emprendedores y cultura en Plaza Independencia“Nunca dejo de emocionarme”
Antes de subir al escenario, “Coqui” Sosa compartió la emoción que sentía por estar presenta en estos festejos con LA GACETA : “Es tan lindo ver a la gente que desde temprano ya llega a reunirse en la plaza Independencia. Vamos a tener una fiesta completa”, adelantó y no defraudó. Fue la octava vez que el artista cantó en este show, pero confesó que “nunca deja de emocionarse, alegrarse y agradecer”. Sobre el escenario, “Coqui” homenajeó a su tía Mercedes, quien hoy hubiese cumplido 90 años. No tan sólo con su canto y su guitarra, sino también con imágenes que se replicaban en todas las pantallas dispuestas para que el público disfrute del espectáculo. “Vamos a celebrarla cantando como le hubiese gustado a ella”, expresó antes de dar paso a los grandes éxitos de la canta autora más emblemática que ha dado la provincia. Minutos después, durante su show, se vivió uno de los momentos más emotivos de la jornada cuando el público levantó las linternas de sus celulares y cantó “Sólo le pido a Dios”, con la esperanza de que la paz se encienda y la guerra se apague. “Es un monstruo grande que pisa fuerte”, entonó a viva voz la multitud que ya iba colmando la plaza a esa hora de la noche. Al final, los pañuelos se alzaron con “Lunita Tucumana”, y miles de banderas argentinas que se repartieron a las 21, flamearon en otro instante estremecedor.
Vestidos de historia
Luciano Helguera y Máximo Ibarra, ambos de 19 años, llegaron a la cita vestidos con atuendos que evocan elementos tradicionales argentinos, fusionados con un estilo contemporáneo y festivo. El de Luciano podía asociarse con figuras históricas. Lucía tenía una chaqueta negra larga tipo levita, característica del periodo independentista. Debajo, se destacaba una camisa blanca con volados en el cuello y los puños, un estilo elegante y representativo de la moda masculina de fines del siglo XVIII y principios del XIX. También vestía pantalones cortos negros hasta la rodilla, acompañados por medias blancas altas y zapatos negros con moño, lo cual refuerza la estética de un caballero de época. El look de Máximo, en cambio, representó la identidad criolla y rural argentina. Él llevaba una boina de lana blanca y negra con diseño pampa, típica del norte y centro del país, especialmente asociada a las regiones rurales. Usó además una camisa clara arremangada y pantalones bombachos claros, un clásico del atuendo gauchesco.
Sin la presencia de Milei, Tucumán dio inicio a los actos por el 209° aniversario de la IndependenciaSu calzado negro y su postura relajada completaron la imagen de un joven gaucho urbano, que fusiona tradición con actualidad. “Decidimos venir vestidos temáticos porque el sentimiento del patriotismo se puede expresar más hoy”, comentaron los jóvenes. “Es un día hermoso, en el que se disfruta la calidez de Tucumán y del sentimiento patriótico que contagia estas jornadas”, indicaron. Ellos siguieron su camino entre el público, mientras cada uno comía un panchuque a la espera de ver a sus artistas favoritos: El Chaqueño Palavecino y Soledad.
El orgullo de ser argentinos
Desde Tafí Viejo, Juan Carlos y Elena llegaron con bandera y poncho celeste y blanco en mano. “Desde hace muchísimos años venimos a esta plaza en esta fecha por que el Día de la Independencia es el día más importante que tiene la República Argentina”, comentó el hombre de 75 años. La pareja tiene encima décadas de espectáculos pero a todos los disfrutan como el primero sin olvidar lo importancia de la fecha. “Hoy todos los gobernadores del país deberían estar aquí, porque gracias a esta independencia todos tenemos la libertad con la que gozamos. Y festejarlo así, con todo el pueblo, da orgullo. Es algo hermoso ser argentino y tucumano, del ‘Jardín de la República’”, finalizó Juan Carlos antes de dejarse guiar por los pañuelos, escarapelas y canciones, a la plaza Independencia que volvió a convertirse en el corazón de la fiesta patria. Cada historia, desde la ilusión de una niña vestida de dama antigua hasta la emoción de los artistas y la fidelidad del público, construyó una postal única de orgullo tucumano y argentino. Familias, jóvenes y personas de todas las edades compartieron un mismo sentimiento patriótico, y crearon una postal vibrante bajo las telas celestes y blancas que decoraban el espacio público. Con el show de “Filito” el payaso que encantó a los más chicos; la música folclórica del Indio Lucio Rojas; la fiesta que llevó Cristian Herrera; junto a la frescura y vigencia de Soledad, y la presencia de una leyenda, El Chaqueño Palavecino. Con risas, emoción y canciones que atravesaron generaciones, la plaza Independencia volvió a latir como cuna de la libertad, para que Tucumán reafirme su lugar como escenario de la historia y del presente.