Cuando Brian Ferreyra marcó el final del partido en el estadio Madre de Ciudades, la desilusión se adueñó del “Santo”. No hizo falta una palabra para entender lo que sentía el plantel de Ariel Martos: las miradas perdidas y la camiseta tapando el rostro en el cielo hablaron por sí solas. San Martín parecía tener el juego bajo control contra Güemes, pero todo cambió en apenas unos minutos. El 2 a 1 final dejó sabor amargo y multiplicó el lamento: Atlanta goleó y ahora mira a todos desde lo más alto. Sin embargo, aún con el golpe reciente y el dolor a flor de piel, el grupo sabe que este no es el final de la historia: es apenas un tropiezo en un camino que aún tiene mucho por delante.

En ese contexto, mientras el equipo asimilaba la segunda caída consecutiva en el torneo, en los pasillos de La Ciudadela ya comenzaban a redirigir el foco. No hay lugar para el estancamiento emocional ni para extender el duelo más allá de lo necesario. El próximo desafío será este sábado, contra Los Andes, y la palabra que más se repitió puertas adentro fue compromiso. El plantel sabe que de esta encrucijada sólo se sale reforzando convicciones, corrigiendo errores y enfocándose en mejorar.

Desde su rol como referente y capitán, Darío Sand fue una de las voces que tomó protagonismo tras el partido. Sus atajadas evitaron que la derrota fuera más amplia, pero ni eso bastó para irse conforme.

“Fue un partido muy difícil. A pesar de ponernos en ventaja, tuvimos situaciones para ampliar la diferencia. Ellos también llegaron con algunas contras y, bueno, en esos detalles nos vimos perjudicados. Nos jugaron una mala pasada, y cada error que cometemos nos termina costando caro. Tenemos que mantenernos fuertes y seguir adelante”, analizó Sand, con una mirada clara y autocrítica.

La voz del capitán “santo” se volvió aún más firme al referirse al momento colectivo que atraviesa el equipo. Sin rodeos, reconoció la dureza de la situación.

“Estamos en un momento complicado. La derrota duele mucho, pero no queda otra que seguir. Somos hombres, somos profesionales, y tenemos que afrontar esto como tal”, aseguró el “1”, que también hizo un apartado especial sobre la relación con los hinchas. “Sabemos que muchos están molestos, enojados. Y lo entendemos, porque esto es parte del fútbol. Pero también hay muchísima gente que apoya, que se hace sentir, que nos acompaña en cada partido. A mí me lo demuestran, y sé que al equipo también. Es ahí donde tenemos que apoyarnos”, agregó.

En esa misma línea, el arquero remarcó que la única salida es redoblar el esfuerzo. “¿Cómo se sale de esto? Dejando todo. Estamos atravesando una etapa difícil, pero hay que ocuparse, agachar la cabeza y empujar para adelante. Les decía a los chicos que, en los años que llevo acá, llegamos a varias instancias decisivas y no pudimos concretar. Por eso el camino es tan importante. Tenemos que llegar fuertes al final. Estamos ahí. Nuestro deber es dejar al club lo más alto posible. Lo que nos tiene que dar tranquilidad no es sólo el resultado, sino el sacrificio del día a día y el compromiso de dejarlo todo siempre”, explicó.

Quien también ofreció su testimonio fue Matías García, autor de la apertura del marcador en Santiago del Estero. Su análisis del partido coincidió con el de Sand, y remarcó el peso de las desatenciones.“Los detalles nos están costando demasiado. Sabíamos que en algún momento podía llegar una meseta, con la posibilidad de perder dos partidos seguidos. Pero no tengo dudas de que este grupo tiene carácter y lo va a sacar adelante”, dijo García, que volvió a sumar minutos tras superar una contractura.

Además, el volante hizo hincapié en los factores emocionales que influyen en el juego del “Santo” en lo que va del torneo. “Los partidos atraviesan distintas etapas. Hay momentos donde estás anímicamente mejor, y otros en los que cuesta más. Cuando hacés un gol, la cabeza te impulsa; cuando te lo hacen, puede jugarte en contra. Es algo que trabajamos constantemente. No estamos ahí arriba por casualidad: van 21 fechas y somos segundos. Queda mucho todavía, pero, como dijo Darío, tenemos que hacernos cargo de lo que estamos viviendo. Somos los principales responsables”, reconoció con seriedad.

Lo que se viene

Pese al golpe anímico que significó la caída contra Güemes, el grupo no pierde de vista lo que viene. La doble fecha de local contra Los Andes y Tristán Suárez será clave para enderezar el rumbo y sostener la ilusión. El plantel sabe que, aunque la cima ahora se ve un poco más lejos, el torneo aún tiene un largo camino por recorrer. “Nos tocan dos partidos de local y los vamos a afrontar con la seriedad que merecen. Sabemos que tenemos una deuda en casa, con la gente y con nosotros mismos. Queremos volver a hacer de La Ciudadela una fortaleza. Es cierto que los partidos tienen altibajos, pero tenemos que aprender a manejar esos momentos, recuperar la solidez del inicio del torneo, que fue lo que nos llevó hasta acá”, pidió García.

En ese trayecto, el primer paso será recuperar la confianza, corregir los errores puntuales y aferrarse a los valores que lo llevaron a pelear arriba. La respuesta estará en la convicción y en redoblar el esfuerzo para no dejar más puntos en el camino.