A poco más de un mes del fallecimiento de su pareja, Luciano Ojeda, la cantante Gladys “La Bomba” Tucumana organizó un emotivo homenaje para recordarlo en la fecha que hubiera sido su cumpleaños número 39. La ceremonia íntima se llevó a cabo en el cementerio donde descansan los restos del joven, quien murió en mayo a los 38 años tras una prolongada lucha contra el cáncer.
Gladys compartió en sus redes sociales imágenes y videos del encuentro, en el que estuvo acompañada por familiares y amigos cercanos. Uno de los momentos más conmovedores fue la suelta de globos blancos y rojos, con mensajes escritos a mano por los asistentes. En una de las postales se la puede ver con la mirada al cielo mientras libera un globo rojo, acompañado de la frase: “Te amo, mi gran amor. Miles de besos al cielo, al ladito de Dios”, mientras suena de fondo una versión instrumental de “Perfect”, de Ed Sheeran.
Entre los mensajes escritos en los globos, se destacaron palabras cargadas de dolor y amor. “Feliz cumpleaños, mi gran amor. Te amo tanto. Te amamos… mi hijito, mi hermano. Mis queridos amigos Javi, Pau, Stefi, gracias por acompañarme”, escribió la artista en uno de ellos. En otro, dejó la dedicatoria: “Quería honrar tu hermosa persona y alma. Te amo eternamente, mi Chano, mi gran amor”.
La referencia a “Chano” —el apodo íntimo que usaban en la pareja— ha sido constante en las publicaciones de Gladys desde el fallecimiento de Ojeda. En este homenaje, también apareció la palabra “pumpeaño”, como ellos solían llamar en tono de complicidad a los cumpleaños: “Hoy es tu pumpeaño. Felices 39 años. Te amo para siempre, hermoso esposo mío”.
La lápida de Ojeda, decorada con flores blancas y rojas, y una foto suya enmarcada, fue el centro de la ceremonia. Varios allegados dejaron mensajes en los globos antes de soltarlos al cielo. “Gracias por todo el amor que nos dimos”, escribió la cantante, visiblemente conmovida.
Más temprano, Gladys había compartido en su perfil un video con escenas de momentos vividos junto a Ojeda: abrazos, viajes, comidas y gestos cotidianos que, según ella, “la siguen acompañando”. En el texto que acompañaba la publicación, expresó: “Hoy es tu cumpleaños, mi gran amor. Pensé en homenajearte en este día triste para mí, porque no estás. Si pudieras sentir lo que siento todos los días desde que no estás… aunque lo único que deseo es que sientas paz, amor, salud, que ya nada duela. Ese sería mi deseo para vos, mi alma”.
También reflexionó sobre el dolor tras la pérdida: “En este día, donde ya no cumplirás más años, siempre serás un hermoso y apuesto joven de 38 años. Qué injusto fue todo con nosotros. Me elegiste porque confiabas en que yo era fuerte, pero vos me hacías fuerte. Vos eras mi motor para ver la vida de otras maneras que yo no conocía”.
Luciano Ojeda falleció el 18 de mayo, luego de casi cuatro años de batallar contra el cáncer. La pareja mantenía una relación sólida desde hacía más de dos años. Gladys, en reiteradas oportunidades, compartió lo profundo que fue ese vínculo en su vida y el impacto que tuvo su pérdida. También contó que, antes de morir, él le pidió que usara su testimonio para acompañar a quienes atravesaran enfermedades similares.
“Todo lo que le tocó vivir a mi amor fue muy feo, muy doloroso. Le gustaba filmar saludos, dejarlos grabados, para que la gente que esté pasando por algo tan duro como él sepa que hay que pelearla hasta el final”, contó ella semanas atrás.
Desde su fallecimiento, la cantante ha compartido con sus seguidores una serie de publicaciones con fotos, canciones, reflexiones y agradecimientos por el acompañamiento recibido. En este homenaje, volvió a recordarlo como “el esposo más hermoso que se puede tener. Más caballero, más elegante, más valiente, más leal”.
En lo musical, Gladys eligió canciones que definieron momentos importantes de su historia en común: además de “Perfect”, sonaron “Bella Señora”, de Emmanuel, y “No Way No”, de MAGIC!, temas que formaban parte de su repertorio sentimental.
El gesto fue, según sus propias palabras, una forma de mantener viva la memoria de Ojeda: “Estás en mí siempre, para siempre. Soy feliz de haberte conocido. Pero duele tanto que no estés aquí”.