Un hombre acusado de protagonizar una serie de delitos fue imputado y permanecerá bajo prisión preventiva durante dos meses. Según la investigación, utilizó un inhibidor de alarmas para sustraer una cartera de un vehículo estacionado en la calle y, en las horas siguientes, realizó consumos por más de $240.000 con la tarjeta de débito de la víctima.
La causa es llevada adelante por la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos II, a cargo de la fiscal Susana Cordisco, con la intervención en esta ocasión de la auxiliar fiscal Emilia Arias Ferrero. En la audiencia, el Ministerio Público Fiscal solicitó la convalidación de la detención, la apertura formal de la investigación y la imposición de una prisión preventiva. Se argumentó la existencia de riesgos procesales concretos, como peligro de fuga y de entorpecimiento de la causa.
“La modalidad utilizada para consumar el hecho evidencia un accionar planificado y peligroso. Se valió de un dispositivo de inhibición de alarmas para impedir el cierre del vehículo, luego ingresó y sustrajo la cartera con documentación y tarjetas, utilizando estas últimas para realizar consumos inmediatos en estaciones de servicio y locales comerciales”, explicó Arias Ferrero durante la audiencia.
El imputado, que ya contaba con antecedentes penales, se encontraba cumpliendo una condena condicional al momento de los hechos, por lo que el Ministerio Fiscal también solicitó su revocación, con el fin de que cumpla la pena anterior de manera efectiva. Además, se resaltó que el acusado retiene el DNI de la víctima, lo cual representa un riesgo adicional para el desarrollo del proceso judicial.
Pese a las objeciones de la defensa, el juez interviniente hizo lugar parcialmente al planteo del Ministerio Fiscal y dictó la prisión preventiva por un plazo de 59 días.
Una secuencia delictiva minuciosamente registrada
Los hechos se iniciaron el 18 de junio a las 15.47, cuando la víctima descendió de su camioneta en avenida Colón al 120 para ingresar a una pinturería. El acusado, que estaba a bordo de un Fiat Punto, utilizó un inhibidor de alarmas para evitar que se trabaran las puertas del vehículo. Ingresó por la puerta del conductor y robó una cartera que contenía documentos personales, una tarjeta de débito, alrededor de $80.000 en efectivo y otros efectos personales.
Pocos minutos después, a las 15.58, se dirigió a una estación de servicio en avenida Néstor Kirchner al 1700, donde gastó $6.000 con la tarjeta robada. A las 16.04, en otra estación ubicada en la intersección de avenidas Alem e Independencia, cargó combustible por $100.000, acompañado por una mujer que aún no fue identificada.
La seguidilla continuó a las 16.25, cuando ambos realizaron una nueva carga de combustible por $30.000 en la estación YPF de Plazoleta Dorrego, en la esquina de avenidas Sáenz Peña y Roca. Cuatro minutos más tarde, la mujer ingresó al sector “Boxes” del mismo establecimiento y compró un producto por $60.900, utilizando la tarjeta y el DNI de la víctima.
Finalmente, a las 17, ambos acudieron a un comercio de repuestos en avenida Roca al 800, donde adquirieron un juego de juntas para un Fiat Punto, pagando $47.000 con la misma tarjeta.
Gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad y a la celeridad de la investigación, se logró identificar el vehículo y detener al acusado, dando paso al avance de la causa judicial que ahora lo mantiene tras las rejas.