“Me robaron la línea, me hackearon el celular, usaron mi nombre para importar mercadería. Incluso recibí amenazas de muerte… Estamos tocando intereses… La verdad va a salir a la luz. Si hay alguien detrás de este hecho, se va a saber. Yo no me voy a esconder ni a retroceder. A mí no me van a asustar”, dijo el gobernador Osvaldo Jaldo. El reciente robo de su celular es el último de varios episodios extraños que están al costado de la lógica, a menos que sean la punta del iceberg de una realidad profunda como la deep web.
Episodio uno: hackeo
El hackeo del celular de Jaldo el 1 de marzo de 2023. Mientras el entonces gobernador Juan Manzur daba su mensaje en la Legislatura, desde la cuenta de Twitter de Jaldo salían pestes contra Manzur lanzadas por desconocidos. Cuenta cerrada, aclaración de Jaldo, denuncia, investigación; dos años después, cero resultados, que se sepa.
Episodio dos: Gustavo Morales
El abogado Gustavo Morales, que durante un año había esquivado el pedido de detención en su contra por ser presunto líder de un exagerado conato de huelga policial de 2024 en reclamo de mejoras salariales, fue enviado a la cárcel. Prácticamente por orden del gobernador, que en el final de su mensaje del 1 de marzo pasado a la asamblea legislativa denunció públicamente que Morales mandaba falsedades sobre su salud e incitaba a “una acción subversiva e intentar tomar la casa de Gobierno”. Fue una curiosa investigación de la Justicia. Mientras cuatro policías habían estado detenidos desde hacía un año por la sedición que había denunciado el jefe de Policía Joaquín Girvau, el día anterior a la asamblea legislativa hubo una audiencia y se dieron a conocer investigaciones de ocho meses sobre el celular de Morales y se supo de las estratagemas que usaba en redes sociales y en el cibermundo. “En Benjamín Paz va a tener lugar para hacer TikTok”, descerrajó Jaldo. Fue el fin de Morales, que acababa de ser derrotado en su defensa de la ex jueza Carolina Ballesteros, destituida en juicio político pocos días antes. El abogado se encuentra ahora en prisión domiciliaria. Hace pocos días su colaborador Ramiro Julián Rigo, quien manejaba las redes sociales a través de las cuales el penalista había difundido videos que, según los investigadores, eran contra instituciones gubernamentales y promoviendo actividades subversivas, aceptó una condena a tres años de ejecución condicional en la causa por sedición policial.
Episodio tres: “Miguelón”
El multicondenado “Miguelón” Figueroa, enojado en abril porque no le permitieron que sea trasladado desde el penal de Marcos Paz (Buenos Aires) a Tucumán para asistir al sepelio de su hijo, habría enviado un curioso mensaje intimidatorio a la periodista Mariana Romero en contra de los hijos del gobernador (por considerarlo responsable de las dos sentencias a perpetua que había recibido), a los fiscales Carlos Sale, Ignacio López Bustos y Pedro Gallo, y al juez de Ejecución Gonzalo Ortega. Poco después se procesó a la pareja de “Miguelón”, Marcela Noemí Díaz, y hace un mes fueron detenidos la estudiante Milagros Cano, su novio Leandro Guerrero y el tío de éste, Ariel Guerrero, por haber estado sacando fotos de la casa del fiscal Sale desde una camioneta. Aunque viven a 10 cuadras del fiscal Sale, el fiscal Carlos Picón dijo que no cree en las casualidades. “Acá hay algunas cuestiones comunes entre este ataque y el de meses atrás en el que se buscó generar una conmoción institucional”, explicó, a propósito de las amenazas de “Miguelón”. A la joven se le abrió una causa por narcomenudeo, porque le hallaron 400 gramos de flores de marihuana.
Episodio cuatro: la influencer
La influencer santiagueña Valentina Olguín le robó el cuit al gobernador para hacer lo que la justicia llama “contrabando por simulación”, esto es, comprar cosas a su nombre para evitar los límites de las normas de adquisición de productos en el exterior. Usó los datos de cinco gobernadores. La joven es defendida por el estudio de Fernando Burlando.
Episodio cinco: “Pampita”
La joven de Los Pizarro Liliana “Pampita” Carrizo fue detenida por sacarle el celular del bolsillo a Jaldo durante un acto en La Cocha, frente a fotógrafos y a camarógrafos. Lo extraño es que una hora después le allanaron la casa y ella le devolvió el aparato al mismo mandatario; dijo que se lo habían entregado y luego se negó a declarar. Quedó detenida por 30 días por temor a que interfiera en la investigación de lo que hizo con el móvil. Un punto muy raro es que en el celular se halló una foto de ella con el gobernador, aparentemente del mismo momento en que le quitaba el móvil. Si es así, ¿Quién lo robó? ¿Quién se lo dio? ¿Es una descuidista sin antecedentes? ¿Una perejil al servicio de alguien? El fiscal Héctor Fabián Assad tiene que dilucidar eso.
Todo dejó en dudas el funcionamiento del servicio de seguridad de Jaldo, que dice que él quiere seguir teniendo contacto directo con la gente en los actos y que explica este episodio que considera aislado que debe analizar la justicia.
¿Inteligencia o desinteligencia?
¿Hay vínculos entre estos hechos desconectados entre sí? ¿Hay una conjura de necios que se someten a estas situaciones insólitas, cuasi absurdas y en algunos casos hasta infantiles? ¿O hay fuerzas oscuras que hacen inteligencia por debajo, que hacen “carpetazos” y trabajan para hacer “conmoción institucional”? Jaldo no descartó hace unos días que hayan tocado intereses en su “lucha frontal contra la delincuencia” y por lo que se ha avanzado contra el narcomenudeo. “Estamos pateando muchos hormigueros”, dijo Jaldo, y recordó otro episodio, cuando le robaron la línea de teléfono con un aparato en Avellaneda, Buenos Aires, así como el hackeo de su celular en 2023. ¿Es casualidad o es inducido esto? En la investigación del robo del celular apareció ahora cierto vínculo de “Pampita” con el hermano de José del Carmen Roldán, el ex secretario de Hacienda de Alberdi bajo sospecha por las causas de ese municipio, algunas vinculadas con presunto lavado de activos y presunto narcotráfico. ¿Quién unirá los hilos de toda esta hipotética conjura? Por ahora, todo es pura especulación.