A propósito del Día del Medio Ambiente en 2023 se advertía que la contaminación por plástico alcanzaba niveles históricos, que su producción se había duplicado en las últimas dos décadas y la Organización de las naciones Unidas (ONU) imponía el lema “por un planeta libre de plásticos”.
En ese momento se advertía que se trataba de uno de los contaminantes más importantes del suelo, el aire y los océanos. La dimensión de lo que sucede se mostraba en las investigaciones en los océanos, donde se observaba que los peces estaban ingiriendo los microplásticos que el hombre desecha en el agua. La experta Angelina Besada, que va a disertar en la Experiencia Innovación Sostenible el próximo 26, investiga el fenómeno desde 2018 y afirma que han tomado muestras en distintas partes, incluso en sitios muy alejados de la tierra, y que todos los lugares, también los océanos, están contaminados. “Esto perjudica no sólo a los ecosistemas marinos; afecta la capacidad de los océanos de capturar carbono, impactando en el cambio climático”, dice.
Además, agrega, al final del día todo ese material que desechamos “termina en los océanos pero vuelve a nosotros y nos está afectando en nuestra salud, está en nuestros organismos y nos afecta las funciones endocrinas. No estamos hablando sólo de un problema ambiental, es mucho más grande”.
La experta ha señalado que “la relación humana con el plástico está fuera de control”, que con el reciclaje no alcanza, que hay que empezar a trabajar con el consumo y evitar la exposición con tanto plástico para que no entre al organismo de las personas. Y ejemplifica: “dejar de usar contenedores de comida caliente, tablas de picar y utensilios de plástico en la cocina. También eligiendo tomar agua filtrada en vez de agua de botella. Y después está el plástico que podemos evitar en nuestra vida cotidiana: llevar bolsas de tela al súper o no pedir tacita de café, por ejemplo. También elegir dónde compramos, dónde consumimos”.
De esto se va a hablar, así como de economía circular, que es el camino que se está siguiendo en el intento de reducir la incidencia del plástico. Besada sostiene que todas las estrategias tiene que ver con aprovechar el material al máximo, diseñar sistemas eficientes, minimizar el uso de materiales que no son necesarios. Entonces, este enfoque de prevención de la contaminación plástica es totalmente circular”.
Ya las sociedades están avanzando hacia una toma de conciencia pero se ve la necesidad de profundizar en la búsqueda de estrategias frente a un problema que nos está sobrepasando. Es tiempo de reflexión y de cambios profundos.