La visibilidad del enorme bache de la esquina noroeste de Marco Avellaneda y 24 de Septiembre dio lugar a una fuerte polémica entre funcionarios de la Municipalidad capitalina y de la Sociedad Aguas del Tucumán, a propósito de la responsabilidad que les corresponde por el mantenimiento y las reparaciones de la vía pública. El debate pareció ser la punta del iceberg de desinteligencias entre las reparticiones que deberían trabajar coordinadamente.

Esa esquina arrastraba problemas desde hace tiempo. Al parecer, el daño estaba causado por una pérdida de agua del interior de los galpones de la empresa ferroviaria Belgrano Cargas, razón por la cual la SAT deslindó responsabilidades al respecto y cargó las tintas sobre la Municipalidad. No obstante, el funcionario capitalino, mientras anunciaba la reparación integral del pavimento en esa esquina, dijo que se están recuperando 700 cuadras fuera del área central capitalina y que la mayoría tiene problemas de pérdidas de agua y de cloacas. Reveló que se está trabajando con 550 paños de hormigón para mejorar la transitabilidad y que se repararon 3.500 baches y sentenció que ya hay detectadas 142 zonas que están perdiendo agua.

A su turno, el titular de la SAT dijo que ese pozo de la esquina está desde hace 10 años y que la falta de desagües pluviales en el municipio está generando graves problemas en la SAT, porque se sobrecargan de agua, piedras y barro los conductos cloacales y estos rebalsan. Añadió que hace 20 años que no se hacen desagües pluviales en San Miguel de Tucumán y añadió dos temas por lo menos inquietantes: que alguien pone banderas rojas en esquinas rotas anunciando que son tareas de la SAT y que son anuncios falsos -esto debería ser investigado- y dijo además que se ha autorizado el comienzo de obras de 70 edificaciones sin que se haya consultado la aptitud para agua y cloacas. La polémica, así, genera preocupación acerca de la forma en que se llevan a cabo tareas que necesariamente deben ser complementarias, porque no  se comprende que se haga una construcción o se repare una calle sin que se sepa si se debe arreglar o montar una cañería de agua o de cloacas, y viceversa.

Queda claro que es necesario tener programas de obras en realización y proyectos para el futuro, y consultas permanentes. De hecho, en la Municipalidad se está haciendo un diagnóstico de los problemas hidrológicos de la capital con miras a un programa conjunto con la Provincia y las administraciones municipales del Gran Tucumán, en el cual necesariamente ha de intervenir la SAT.  Una vez pasada la polvareda de esta discusión puntual, sería importante comenzar con una mesa de trabajo conjunta.