Fue el 20 de febrero de 1935. LA GACETA reflejó la imagen de Miguel Campero en la asunción de su segundo mandato como gobernador. Tuvo una administración progresista y ordenada, que dejó como marcas el hospital de Concepción, el Palacio de Tribunales y el edificio de la Caja Popular de Ahorros. Hombre singular que había pasado gran parte de su vida pública como magistrado -se jubiló como juez de la Corte Suprema-, se destacó en sus dos mandatos y casi fue electo por tercera vez. Cuenta Carlos Páez de la Torre (h) que era un “hombre de pocas palabras, pero de muy fácil y cordial trato”.

Recuerdos fotográficos: 1951: el embajador de EEUU, de visita en el hotel Savoy