El mercado de pases, que suele abrir puertas a la ilusión, se volvió un laberinto para San Martín de Tucumán. Hasta el momento, solo se presentó a Nicolás Castro y, con el reloj corriendo rumbo a la fecha de cierre -mañana a las 18-, el panorama se torna cada vez más complejo. En lugar de sumar jerarquía, el "Santo" podría sufrir una baja en un puesto clave.
En las últimas horas, se dio a conocer que el central Mateo Pérez aparece en los planes de Técnico Universitario de Ecuador. El club ambateño, que compite en la Serie A y busca reforzar su última línea, manifestó interés por el zaguero. La noticia no generó conmoción, pero sí encendió una señal de alerta para Ariel Martos, que lo tenía como una pieza más dentro de la rotación defensiva.
Pérez, de 23 años, llegó desde Banfield a préstamo con opción de compra y contrato hasta diciembre de 2026. Disputó seis partidos con la camiseta de San Martín en la Primera Nacional y sumó 227 minutos en cancha. Su presencia fue esporádica, sin goles ni actuaciones rutilantes, pero su perfil -defensor alto, ordenado y con buena presencia física- lo volvía una opción válida para Martos.
Aunque no logró consolidarse como titular, su posible salida dejaría un hueco. En un mercado donde sobran las necesidades y escasean las soluciones, cada ficha cuenta. Para el cuerpo técnico, el defensor cordobés representaba una alternativa confiable ante lesiones o suspensiones, y su ida obligaría a buscar una variante en una posición donde el margen es escaso.
Una apuesta que fue más allá de lo deportivo
El defensor no solo apostó por lo futbolístico al llegar a Tucumán. En una entrevista con nuestro diario, reveló que se mudó junto a sus padres en busca de estabilidad y continuidad en su carrera. Esa decisión, poco habitual para un jugador joven, marcó su compromiso con el club y con la ciudad. Por eso, su partida -aunque no determinante- tampoco pasaría inadvertida.
El mercado no ofrece certezas y, en ese contexto, la chance de perder más que lo que se sumó se vuelve una preocupación.