Digerida la derrota ante San Miguel, en San Martín apuntan todos sus cañones al duelo contra Almagro. En La Ciudadela, el objetivo es claro: recuperarse rápido, enderezar el rumbo y empezar la segunda parte del campeonato con mejores sensaciones. Y si bien el resultado reciente dejó un sabor amargo, hay señales que ilusionan a Ariel Martos: entre ellas, la posibilidad de recuperar jugadores importantes que estaba fuera de las canchas por diferentes lesiones.
Uno de los que podría volver a estar disponible es Mauro Osores, que recibió el alta médica tras superar un desgarro en el isquiotibial izquierdo y esta semana se entrenó a la par de sus compañeros. Su regreso no sólo suma una variante más para la zaga, sino que puede ser clave en la búsqueda de solidez defensiva, un aspecto que Martos quiere reforzar.
También se mantiene bajo seguimiento diario Franco García, quien atraviesa la última fase de su recuperación, también por un desgarro en el isquiotibial izquierdo. El extremo comenzó a intensificar los trabajos de campo y, si responde bien en los entrenamientos de jueves y viernes, podría ser tenido en cuenta.
Quien ya empezó con un plan específico de rehabilitación es Juan Orellana. El defensor sufrió un esguince en su rodilla derecha y, si bien por ahora realiza tareas diferenciadas, su evolución es favorable. “Está respondiendo bien a los estímulos y no hay dolor”, contaron desde el cuerpo médico, aunque está descartado para el sábado. Su regreso se proyecta recién para las próximas dos semanas.
En una situación similar se encuentra Gonzalo Rodríguez, quien hace 45 días sufrió la luxación del hombro derecho durante el partido frente a All Boys. La lesión no requirió cirugía, pero el proceso de rehabilitación es exigente y paulatino. Actualmente, trabaja en la recuperación funcional y en el fortalecimiento de la zona. Aún no hay una fecha estimada de regreso, aunque se espera que el próximo mes recién esté a disposición.
El caso más complejo es el de Nicolás Moreno, que cursa el segundo mes de rehabilitación tras ser operado del ligamento cruzado de la rodilla derecha. Aunque no hay complicaciones y todo avanza según lo previsto, se trata de una lesión de largo plazo, por lo que su vuelta recién podría darse en el tramo final de la temporada.
Mientras se siguen de cerca estos procesos, el plantel continúa con la preparación pensando en el compromiso ante Almagro, con la intención de dejar atrás el tropiezo contra San Miguel. Martos sabe que necesita una reacción inmediata para no perder terreno en la tabla.
Además del regreso de algunos lesionados, el DT espera novedades en el mercado de pases. La dirigencia trabaja para cerrar refuerzos que potencien el plantel. Con Nicolás Castro confirmado, buscan variantes en el ataque.
“El grupo está bien, con ganas de dar vuelta la página. Hay bronca por la derrota, pero también conciencia de que esto se revierte con trabajo y resultados. El sábado tenemos una linda oportunidad para demostrar carácter”, fue el mensaje que bajaron desde el cuerpo técnico.
Con bajas que se van recuperando, refuerzos que podrían llegar y la presión lógica de un equipo que necesita volver a ganar, el “Santo” encara un nuevo desafío. En La Ciudadela, la ilusión no se fractura: se reinventa, como los jugadores que pelean día a día por volver a vestirse de rojo y blanco.