Misiones a Marte, exploración, minería espacial, fabricación 3D fuera de este mundo, satélites enviados y terrenos en la Luna: todo ello cabe en el intenso contacto que los humanos hemos establecido con el espacio exterior en el último tiempo. Pero no todos los intentos son exitosos y las malas rachas ponen en apuros a algunas empresas en sus intentos por conquistar el universo, como fue el caso de la nave Resilience en su nuevo ensayo frustrado.

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La sonda Resilience que intentaba realizar el primer alunizaje privado del país el jueves se estrelló en la superficie lunar en un segundo y decepcionante fracaso para sus constructores Ispace, una compañía japonesa. Se desconoce el estado de la nave espacial tras perder la comunicación con la empresa aeroespacial, con sede en Tokio, pero no logró desacelerar correctamente. La compañía canceló la misión actual.

La empresa japonesa nuevamente fracasó

“Este es nuestro segundo fracaso, y con estos resultados, debemos tomárnoslo muy en serio”, declaró Takeshi Hakamada, fundador y director ejecutivo de ispace, durante una rueda de prensa el 5 de junio. “Tenemos que realizar un análisis para determinar la causa de los problemas”.

La sonda Resilience de la compañía japonesa tenía previsto realizar un aterrizaje suave en la región del Mare Frigoris ("Mar de Frío") de la cara visible de la Luna hoy (5 de junio) a las 15:17 EDT (19:17 GMT; 04:17 del 6 de junio, hora estándar de Japón). Sin embargo, la telemetría del módulo de aterrizaje se detuvo un minuto y 45 segundos antes del aterrizaje programado, aparentemente debido a un fallo del equipo, indicó el medio especializado Space.com.

¿Qué pasó con la nave Resilience?

"Como resultado, el módulo de aterrizaje no pudo desacelerar lo suficiente para alcanzar la velocidad requerida para el aterrizaje lunar planeado", escribieron los funcionarios de ispace en una actualización. "Basándose en estas circunstancias, actualmente se asume que el módulo de aterrizaje probablemente realizó un aterrizaje forzoso en la superficie lunar".

Un aterrizaje forzoso significa que Resilience impactó la superficie lunar antes de lo previsto. Es improbable que sobreviviera en condiciones para continuar su misión de dos semanas o desplegar el pequeño rover Tenacious, construido por la Agencia Espacial Europea.

Intentos por comerciar la Luna

El primer alunizaje fallido de ispace ocurrió en abril de 2023. Esa nave espacial se precipitó a la superficie de la luna debido a una falla de software que afectó la capacidad del módulo de aterrizaje para determinar su altitud.

Antes de ese accidente, ispace había llegado a un acuerdo con la NASA por el cual la compañía vendería rocas y suelo lunares  —que permanecen en la Luna— a la agencia estadounidense. "Sería la primera transacción comercial en la Luna y la primera transacción fuera de ella", declaró el portavoz de ispace. La compañía busca extraer y comercializar recursos lunares, empezando por el agua.

Aunque las dos misiones anteriores se centraron en la investigación y el diseño, la próxima, cuyo lanzamiento está previsto para 2027, iniciará la comercialización a gran escala, según ispace. Sin embargo, el fracaso de la misión actual podría afectarla, afirmó Hakamada.