El endeudamiento de las familias continúa en aumento, con cada vez más hogares recurriendo al crédito para cubrir necesidades básicas, como la compra de alimentos. Este fenómeno se refleja en un preocupante repunte de la morosidad, que alcanzó su nivel más alto en tres años.
Según datos recientes de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), en febrero de este año la morosidad en los créditos a personas físicas subió al 2,9%, con un incremento interanual de 0,3 puntos porcentuales. El aumento más marcado se observó en el uso de tarjetas de crédito.
La tendencia fue confirmada por el último Informe de Bancos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que señala que en marzo la mora en tarjetas subió un 2,8%, marcando su punto más alto desde 2022. En el caso de los préstamos personales, la morosidad superó el 4%, el valor más elevado en los últimos nueve meses.
El crédito como recurso de subsistencia
Un informe del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) revela que el 58% del uso de tarjetas de crédito se destina a la compra de alimentos, lo que pone en evidencia cómo el financiamiento se ha transformado en una herramienta para enfrentar gastos esenciales.
En 2025, el 15% de los hogares argentinos contrajo nuevas deudas, mientras que el 12% continúa arrastrando pasivos desde 2023 o antes. El 65% de los hogares tiene entre dos y tres deudas, el 23% una sola y el 12% acumula más de tres, un segmento que creció 4 puntos porcentuales respecto de 2024. Este escenario muestra una fuerte fragmentación del endeudamiento como estrategia de subsistencia.
Además, el peso de las deudas sobre los ingresos se ha intensificado: el 56% de los hogares destina entre el 40% y el 60% -o más- de sus ingresos mensuales al pago de deudas, lo que representa un salto significativo en comparación con el año anterior.
Tasas de interés altísimas
El alto costo del financiamiento personal agrava la situación. Un relevamiento de Ámbito muestra que en bancos públicos, el Costo Financiero Total Efectivo Anual (CFTEA) de un préstamo personal puede llegar al 140% para clientes y hasta el 160% para no clientes. En entidades privadas, la tasa asciende a un 199,35%.
Esto contrasta con el actual contexto monetario, donde la política del Banco Central busca reducir tanto la inflación como las tasas de interés. Sin embargo, esta baja aún no se ha trasladado al crédito para personas físicas, lo que evidencia cierta reticencia de los bancos a actualizar sus condiciones.
Mientras tanto, los sectores medios -especialmente golpeados por la inflación y la caída del poder adquisitivo- no logran repuntar en su consumo. El informe Shopper Day 2025 destaca que solo el 5% de las categorías de consumo crecieron en los hogares de menores ingresos. En los niveles medio y alto, el crecimiento alcanzó el 79% de las categorías, profundizando la segmentación del consumo masivo.
Refinanciaciones y costos ocultos
A la elevada tasa nominal se suman los costos ocultos por refinanciación. En dos bancos privados analizados, si el cliente no paga el mínimo de la tarjeta, se aplican tasas punitorias con CFTEA superiores al 100%, aunque en algunos casos pueden bajar al 90%. Estos intereses generan un efecto "bola de nieve" que vuelve casi imposible ponerse al día.
El uso del descubierto bancario es otra fuente frecuente de deuda. En tarjetas, se penaliza superar el límite con cargos extra, y en cuentas corrientes, el descubierto automático puede tener una TEA superior al 40%. Aunque útil en emergencias, su uso recurrente agrava la carga financiera.
También hay gran disparidad en los adelantos de sueldo que ofrecen los bancos. Mientras algunas entidades aplican tasa 0%, otras exigen un CFTEA superior al 200%, incluso a clientes con cuenta sueldo.
Cambios en el consumo con tarjeta
A pesar del endeudamiento, el uso de tarjetas sigue en alza, aunque con señales de desaceleración. First Capital Group informó que en mayo las operaciones con tarjeta en pesos crecieron un 3,4% mensual en términos nominales, alcanzando un saldo acumulado de $19,3 billones. El crecimiento real, descontando la inflación, fue del 1,6% mensual y del 70,1% interanual.
No obstante, desde la consultora advierten que el financiamiento con tarjeta muestra signos de haber llegado a un techo. Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, explicó que "para que repunte el consumo, se espera el lanzamiento de nuevos programas de cuotas del sector privado, ya que los planes oficiales como Cuota Simple están llegando a su fin".
En paralelo, las plataformas digitales siguen ganando terreno con estrategias comerciales agresivas: promociones por tiempo limitado, cuotas sin interés y descuentos segmentados buscan atraer a un consumidor cada vez más cauteloso.