Volar por los cielos sobre el mar puede parecer una aventura soñada. Pero cuando algo falla (ya sea un equipo, una decisión humana o el propio miedo) las consecuencias pueden ser fatales.
Así ocurrió con Tijana Radonjic, una joven serbia de 19 años que murió en Montenegro mientras hacía parasailing. La actividad, cada vez más popular en destinos turísticos, volvió al centro del debate por sus riesgos y la falta de controles estandarizados.
Radonjic estaba de vacaciones cuando aceptó hacer parasailing para una campaña publicitaria en una playa montenegrina. Subió al aire remolcada por una lancha, como lo hacen miles de turistas cada año. Pero a 50 metros de altura, sufrió un ataque de pánico. Según reportes locales y el relato de su familia, gritó desesperadamente “¡Bájenme!”. Poco después, se soltó el arnés por su cuenta y cayó al mar Adriático.
El operador del servicio declaró que no notaron señales previas de miedo y que la joven incluso pidió ser filmada antes del vuelo. Sin embargo, el caso generó preocupación no solo por lo que pasó en el aire, sino por lo que no pasó antes de subir: una evaluación emocional, una charla más profunda, una mayor supervisión.
¿Qué es el parasailing?
El parasailing, también llamado paravelismo, es una actividad recreativa que combina navegación y vuelo. La persona se engancha a un paracaídas especialmente diseñado que se eleva con la fuerza de una lancha en movimiento. La experiencia suele ser breve y controlada, y permite flotar a decenas de metros sobre el mar o un lago.
La adrenalina, las vistas y el hecho de no requerir experiencia previa lo convirtieron en un clásico del turismo aventura. Pero como todo deporte acuático, implica riesgos reales.
¿Qué tan peligroso es?
Aunque las muertes son poco frecuentes, una investigación de la Asociación Mundial de Parasailing reveló que los accidentes ocurren principalmente por tres factores:
- Cambios climáticos repentinos (vientos fuertes, tormentas).
- Equipos defectuosos, antiguos o mal mantenidos (arneses, sogas, paracaídas).
- Errores humanos, tanto del operador como del usuario, sumados a falta de capacitación e instrucciones claras.
El caso de Tijana incorporó un cuarto elemento: la salud emocional del participante. Si bien los ataques de pánico en el aire son poco comunes, pueden tener consecuencias graves. Por eso, muchos expertos sugieren incluir evaluaciones psicológicas básicas e instrucciones más detalladas antes del despegue.
¿Cómo hacer parasailing de forma segura?
Para reducir los riesgos al mínimo, especialistas y organismos recomiendan:
- Elegir empresas con personal certificado y buenas referencias.
- Verificar que el equipo esté en buen estado.
- Evitar volar con mal clima o viento fuerte.
- Escuchar atentamente las instrucciones y seguirlas al pie de la letra.
- Informar cualquier problema médico o emocional antes de la actividad.
- Exigir revisiones de seguridad previas al vuelo.
La muerte de Tijana Radonjic no solo sacudió a Montenegro, sino también a miles de personas que practican o planean practicar parasailing en todo el mundo. Su caso dejó en evidencia que la seguridad no solo depende de arneses firmes o lanchas rápidas. También exige preparación emocional, empatía y responsabilidad de quienes ofrecen (y eligen) este tipo de experiencias.