La ferocidad de la naturaleza apenas puede dimensionarse en las impactantes imágenes y las consecuencias que dejó el alud en Blatter, Suiza. El pueblo de siglos de antigüedad desapareció en cuestión de segundos este miércoles, cuando un alud de nieve se desprendió, arrasando con gran parte de la localidad.

Dos rayos chocaron y desataron la explosión más energética del universo

El pueblo de Blatten quedó prácticamente destruido tras el derrumbe de una enorme porción del glaciar Birch del valle en el que se encuentra. Los habitantes habían sido evacuados hace unos días por temor a que la masa de hielo en la montaña se estuviera desintegrando.

El lamento de las autoridades

El intendente de Blatten, Matthias Bellwald, declaró que "ocurrió lo inimaginable", pero dijo que el pueblo aún tiene futuro. Las autoridades locales solicitaron el apoyo de la unidad de socorro del ejército suizo y miembros del gobierno suizo se dirigían al lugar, indicó BBC News.

Los 300 habitantes del pueblo tuvieron que abandonar sus hogares el 19 de mayo después de que los geólogos que monitoreaban la zona advirtieran que el glaciar parecía inestable. Ahora, muchos de ellos podrían no regresar jamás.

Conteniendo las lágrimas, Bellwald declaró: "Hemos perdido nuestro pueblo, pero no nuestro corazón. Nos apoyaremos y consolaremos mutuamente. Tras una larga noche, volverá a amanecer".

Las posibles causas del desastre

La glacióloga Mylene Jacquemart explicó al medio citado las posibles causas de aquel desprendimiento. "Lo que sabemos es que el cambio climático en las zonas altas no es favorable para la estabilidad de las pendientes rocosas", señaló.

"Por lo tanto, con el aumento de las temperaturas, hay más agua disponible a través del hielo y el deshielo, y tal vez las precipitaciones caigan con más frecuencia en forma de lluvia que de nieve, incluso en las zonas altas", agregó.

Imágenes de drones mostraron el colapso de una gran sección del glaciar Birch alrededor de las 15:30 hora local del miércoles. La avalancha de barro que arrasó Blatten sonó como un rugido ensordecedor al descender hacia el valle, dejando una enorme nube de polvo.

Las autoridades de Blatten prometieron reconstruir el pueblo, pero la limpieza llevará meses o incluso años.