“Andar en moto, usar casco”, coreaban a viva voz las estudiantes de quinto grado de la Escuela Rivadavia en un aula transformada por completo. Con semáforos de utilería, peluches y muchas ganas, comenzó allí el primero de una serie de talleres de Educación Cantada, una iniciativa que busca enseñar normas de tránsito de una manera poco convencional: a través de la música.

La propuesta, organizada por Fundación León, la empresa Yuhmak y el Ministerio de Educación de Tucumán, tiene un objetivo claro: formar ciudadanos más conscientes desde las aulas, apelando al arte, el juego y la participación activa de niños y niñas.

“Queremos que los espacios educativos estén cargados de contenido lúdico y artístico para que sean una experiencia real. Lo que buscamos es capitalizar lo que los chicos ya saben sobre educación vial, y darles un marco conceptual ligado a la convivencia democrática”, explicó Yenifer Safe Capisano, Asesora de Programas de Fundación León, en Buen Día, el programa de LGPlay.

Lejos de ser una clase tradicional, el taller genera entusiasmo, risas y hasta reflexiones profundas. Como la de Luisana, de apenas 10 años, que señaló con claridad: “Las motos pasan cuando estamos cruzando, y muchos llevan el casco en el codo. Para eso mejor que se cuiden la cabeza, ¿no?”.

También estuvo Ana, que con humor y soltura comentó que no era la más estudiosa del curso, sino “la más sociable”. Ella reconoció que su papá cumple con las normas, pero lamentó que le hayan robado el casco en la puerta de la escuela. Por suerte, se sortearon dos cascos nuevos durante la jornada.

En qué consiste el taller

El taller en la escuela Rivadavia duró una hora y está pensado como una intervención integral en las otras 27 escuelas en las que será dictado. Comenzó como prueba piloto en instituciones de la capital tucumana, y se extenderá hasta octubre.

Una vez presentados los talleristas, estos preguntaron a los niños: “¿Qué opinan de las personas que conducen a gran velocidad?  ¿y de las que conducen muy lento?” Antes de las respuestas de todo tipo, se escuchó la canción “Yo no freno”, de Luis Pescetti, mientras los chicos pensaban sus respuestas.

SEMÁFORO. La seguridad vial es central en el taller que sigue activo.

El taller continuó con un debate sobre velocidad, lentitud y apuros cotidianos, a partir de esas preguntas y con la canción sonando de fondo.

Más allá de las canciones -que los chicos y chicas cantaron con entusiasmo-, lo que queda claro es que los alumnos no solo aprenden, también enseñan. Muchos, con frases certeras, describieron el caos vial tucumano con sorprendente claridad y propusieron soluciones con naturalidad: usar el casco, no andar de a tres en la moto, prestar atención a los semáforos y evitar el uso del celular mientras se maneja.

Incluso los peluches, como “Pingüin”, “Rossy” y “Soya”, fueron parte de la clase. Porque todo suma cuando se trata de crear conciencia desde temprano.

Educación vial

En una de las paredes del aula de la escuela Rivadavia, estaba pegado un cartel, por ejemplo. Luego de su título (“Educación vial”), decía: “Enseñar los hábitos, prácticas y costumbres que tienen que tener las personas para protegerse y cuidarse en la vía pública”.

Un concepto elemental que enseñado en el aulo y de forma pedagógica y hasta entretenida, podrá transmitirse de mejor manera.

Los objetivos del taller: “Mejor un coro de niños que...”

Este taller se enmarca en la campaña “Mejor un coro de niños que un coro de ángeles”, llevada adelante por Yuhmak, en colaboración con diversos actores (Fundación León y el Ministerio de Educación). La propuesta busca oncientizar y formar en educación vial a niños y niñas de escuelas primarias del Gran San Miguel de Tucumán mediante una experiencia lúdica, corporal y reflexiva.

Objetivos

El objetivo general del taller es capacitar y concientizar a 600 alumnos de escuelas primarias del Gran San Miguel de Tucumán sobre principios  fundamentales de la educación vial.

Los objetivos específicos del taller son los siguientes:

- Promover la reflexión crítica sobre comportamientos habituales en la vía pública,

especialmente vinculados a la velocidad y la distracción.

-Comprender los riesgos que implican ciertas conductas en el tránsito (como el uso del celular o la prisa).

- Fomentar la apropiación de buenas prácticas viales a través de experiencias lúdicas  y participativas.

- Impulsar el protagonismo infantil en la construcción de mensajes y campañas de  concientización sobre seguridad vial.