Renunció la titular de la Adminitración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Julia Cordero, y la reemplazará un funcionario de ese organismo. Oscar Villabona es el nuevo titular de la Administración Nacional de Aviación Civil, que ahora podría ser fusionada con el Orsna, el organismo que controla a los aeropuertos.
El nuevo titular de la ANAC se desempeñaba en el organismo, desde agosto del año pasado, como Director Nacional de Inspección de Navegación Aérea (Dnina). De esate modo, en un año y medio son tres los funcionarios del gobierno de Javier Milei al frente de la ANAC.
Se trata de uno de los organismos clave en la desregulación del sistema aerocomercial argentino que el gobierno designó como “política de cielos abiertos”.
Monitorear las aeronaves y las aeroestaciones
Según fuentes del sector aeronáutico, el próximo paso podría ser la fusión entre la ANAC y el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), para monitorear de manera conjunta las aeronaves y las aeroestaciones. El primer titular de la ANAC de la actual administración había sido Gustavo Marón, un funcionario ligado al primer jefe de Gabinete mileista, Nicolás Posse.
Marón fue reemplazado por Cordero en julio del año pasado, quien asumió inicialmente como interventora del organismo. Durante esos seis meses afirmó haber reestructurado el organismo, tanto en el funcionamiento de su personal como en la venta de varios inmuebles en el interior del país.
En su balance de los primeros seis meses, Cordero enumeró haber eliminado 40% de los cargos jerárquicos, la supresión de 10 direcciones. También inició un plan de subasta de 14 aeronaves a nombre de la ANAC “no utilizadas o cedidas”. Tras la intervención, la funcionaria fue designada nuevamente por Milei, como “administradora” del organismo.
En la segunda etapa de su gestión, Cordero fue una de las denunciadas, junto a ejecutivos de la línea aérea Flybondi, por el fiscal federal Carlos Rívolo. Esa demanda ocurrió tras una investigación en la que, según aseguró Rívolo, Flybondi habría utilizó de manera reiterada talleres de reparaciones y mantenimiento de sus aviones que habían sido clausurados por la propia ANAC.