Cada 26 de mayo, la Iglesia Católica conmemora en su santoral a San Felipe Neri, una figura emblemática del Renacimiento italiano conocido por su alegría contagiosa, su profunda espiritualidad y su dedicación a los jóvenes y los pobres. Nacido en Florencia en 1515, Felipe Neri fundó la Congregación del Oratorio en Roma, una comunidad de sacerdotes seculares que promovía la oración, la música y la caridad como caminos hacia la santidad .

Apodado el "Apóstol de Roma", San Felipe Neri se destacó por su enfoque pastoral innovador y su capacidad para conectar con personas de todas las edades y clases sociales. Su legado perdura en la vitalidad de las comunidades del Oratorio y en su influencia en la espiritualidad católica contemporánea.

Además de San Felipe Neri, el santoral del 26 de mayo incluye a:

Santa Mariana de Jesús de Paredes: Conocida como la "Azucena de Quito", fue una mística ecuatoriana del siglo XVII venerada por su vida de oración y penitencia .

San Pedro Sans i Jordá: Obispo y misionero español del siglo XVIII, martirizado en China por su labor evangelizadora .

San Desiderio de Vienne: Obispo del siglo VI, conocido por su firmeza en la fe y su oposición a la corrupción en la corte franca.

San Andrés Kaggwa: Uno de los mártires de Uganda, ejecutado en 1886 por su conversión al cristianismo.

Este día también se recuerda a otros santos y beatos, como San Berengario de Saint-Papoul, San Eleuterio, Santa Felicísima de Todi, San Fugacio, San José Chang Song-jib, San Lamberto de Vence, San Ponciano Ngondwe, San Prisco y compañeros, San Simetrio de Roma, el Beato Andrés Franchi y el Beato Francisco Patrizi.