La ilusión volvió a encenderse con fuerza en el automovilismo argentino. Desde que Franco Colapinto dio el salto a la Fórmula 1, los fanáticos sueñan con ver nuevamente a la “Máxima” en el país. Y no es solo una expresión de deseo: detrás del entusiasmo popular, un ambicioso proyecto avanza con discreción, pero a paso firme y con la mira puesta en el calendario 2027.
El objetivo es claro: recuperar una fecha del Mundial de Fórmula 1 en el autódromo Juan y Oscar Gálvez, de la Ciudad de Buenos Aires. Para eso, el Gobierno porteño tomó las riendas de las negociaciones a fines del año pasado y ya puso en marcha un master plan que incluye profundas remodelaciones en el circuito y una estrategia urbana enfocada en el desarrollo de la zona sur.
El retorno del Gran Premio a la capital argentina no será barato: el canon anual que exige la organización de la F1 rondaría los U$S 40 millones, en un acuerdo a cinco años. Sin embargo, se estima que el impacto económico y turístico justificaría la inversión.
El predio del autódromo, que pertenece al Estado porteño y ocupa 189 hectáreas —la superficie más grande dentro de la ciudad—, será completamente modernizado. Las obras estarán a cargo de AUSA, la empresa responsable del mantenimiento y explotación de las autopistas dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y comenzarían en breve, con el objetivo de completarse en dos años.
La primera meta es conseguir la homologación Grado 2 de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), que habilita a recibir casi todas las categorías internacionales salvo la Fórmula 1. Para eso, ya comenzaron los trabajos preliminares: se pavimentó el sector entre la vieja torre de control y los garajes, se repararon baches en la calle externa de boxes y se instalaron los obradores e insumos necesarios. Las licitaciones están aprobadas y listas para ejecutarse.
El desafío será alcanzar la homologación Grado 1, obligatoria para recibir a la F1. En ese sentido, se prevé eliminar el tradicional sector del lago, ensanchar el trazado, rediseñar curvas adaptadas a los monoplazas híbridos actuales y renovar completamente el área de boxes, con mayor espacio técnico y una estética más moderna. Además, las tribunas serán ampliadas para duplicar su capacidad, en línea con los estándares de aforo que exige la categoría.
Argentina fue sede de la Fórmula 1 en 21 ocasiones. El último GP se corrió en abril de 1998 y quedó en manos de Michael Schumacher, a bordo de una Ferrari. Desde entonces, la categoría nunca volvió al país y, poco a poco, se fueron desvaneciendo las posibilidades de que la F1 regrese al calendario nacional.
La reciente elección de Buenos Aires como Capital Mundial del Deporte 2027 funcionó como catalizador para oficializar la intención de volver a recibir eventos internacionales de primer nivel, como la Fórmula 1 y el MotoGP. Así lo confirmó Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño.
Actualmente, el autódromo de Termas de Río Hondo finalizó su contrato con el MotoGP, y las chances de que Buenos Aires lo reemplace aún son inciertas. “El autódromo de Buenos Aires no tiene la seguridad necesaria. No se pueden hacer todas las refacciones en un año. Cuesta mucho porque hay mucha tecnología y demanda muchísimo tiempo. Me parece que, el año que viene, vendrá una vez más a Las Termas, pero después no sabemos. Todo esto depende de la inversión de la política en el deporte”, había declarado Héctor Farina en diálogo con LA GACETA.