Pepe Mujica. De Tupamaro a Presidente es una lectura inevitable para los analistas e interesados en Política Latinoamericana. Sus páginas se suceden amablemente frente al lector y ofrecen una pluralidad de facetas a partir de un mismo nombre: Mujica.
Testimonio
Cabe destacar que estamos frente a un testimonio (en formato de entrevista) y que este género es uno de los más importantes aportes contemporáneos de América Latina a la Literatura Universal.
El testimonio de Mujica, el hombre, es el de alguien sencillo y por ende muy lúcido, pleno de recuerdos y anécdotas que ilustran una vida apasionante a la vez que proveen enseñanzas clave para la acción política y para la conducta ética. El hombre se mezcla con el líder y emerge un perfil poco común en América Latina, un hombre del campo, progresista y devenido Presidente.
Las masas
Juan Manuel de Rosas es un parámetro lejano y distinto, pero sobre el cual Mujica expresa su admiración e inclusive lo cita diciendo “la fidelidad de los humildes no tiene límites”, toma como ejemplo de ello el comportamiento de las masas durante el fallido golpe contra Chávez para finalmente afirmar que, si saber ganarse esa fidelidad es ser populista, “entonces somos populistas”. También emerge en las páginas el revolucionario, con una lucidez para adentrarse en los debates de la izquierda que es notable, sobre todo en su crítica a los dogmatismos y su vocación articuladora y plural. Un revolucionario que tiene en el presente un objetivo claro, la liberación de la conciencia nacional y un gran referente en José Batlle y Ordoñez.
El Mujica político se define “centrista” y se diferencia de la izquierda dogmática, del “campo” oligárquico, del neoliberalismo y del viejo modelo de estado de bienestar. Por momentos habla el vecino uruguayo, quien da muestras de conocer muy bien la historia Argentina y destaca permanentemente a Yrigoyen y al ya mencionado Rosas. Hay momentos brillantes, como su discurso al salir de la cárcel y la estrategia política que este delinea, donde la prioridad es la articulación de cuadros jóvenes capaces de continuar la tarea de liberación de la conciencia nacional. Una visión igualmente estratégica se hace manifiesta en su aguda lectura de la problemática de los derechos humanos en Uruguay.
He aquí una obra rica en matices inspirada en la pluralidad de su protagonista.
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Juan Pablo Lichtmajer